Category: Psicología


Intente no pensar en un oso blanco. Inténtelo con ganas: no piense en un oso blanco. ¿A que no puede evitarlo? Este es el experimento al que sometió a sus alumnos Daniel Wegner, un profesor de psicología de Harvard. Después les pidió que hablaran durante cinco minutos sobre cualquier cosa que se les ocurriera. “Mencionaron un oso blanco enseguida”, comenta Wegner. “Si después les pedía que pensaran en cualquier cosa, mencionaban más veces a un oso blanco que a los que les dije que pensaran en él”. Un experimento tan sencillo como éste nos revela lo difícil que resulta cumplir con lo que consciente y libremente hemos escogido.

El libre albedrío, que viene a ser la relación entre nuestros pensamientos y nuestras acciones, es una posesión muy querida. E, irónicamente, es lo primero que intentamos sacudirnos de encima para exculparnos de ciertos actos, por supuesto negativos. También resulta curioso cómo ponemos el grito en el cielo por cualquier alusión a un determinismo biológico –no nos gusta que nos digan que parte de lo que somos se encuentre en los genes- pero aceptamos con agrado el determinismo ambiental que pulula por telediarios, consultas de psicoterapeutas y juzgados. Lo usamos como excusa de todo: nuestras malas acciones son causa de los malos tratos en la infancia, de la pornografía, del alcohol, las drogas, las letras de ciertas canciones…

La revista New Yorker publicaba hace unos años una viñeta donde una mujer decía ante un tribunal: “Es verdad, mi marido me pegaba por la infancia que tuvo; pero yo le maté por la que tuve yo”. En los juicios, los famosos atenuantes que alega la defensa son legión. En 2007 el abogado de Ricardo, un hombre que disparó dos cargadores sobre un conductor por atropellar levemente a su hija, adujo que padecía una “patología psicológica grave” desde pequeño, derivada de que presenció el atropello mortal de un hermano suyo. Este hecho, señalaba el abogado, había marcado su vida “y pudo influir en su actitud cuando vio a su hija tendida en el suelo”. ¿Dónde queda aquí el libre albedrío?

El experimento del oso blanco de Wegner –que se ha repetido hasta con animales imposibles como un conejo verde- se engloba en lo que se conoce como supresión del pensamiento, dejar de tener en la mente ciertas ideas. Como técnica de control mental, puede crear obsesiones. Dicho de otro modo: si nos pasamos el día apartando de nuestra mente la idea de comida porque estamos a dieta, no dejaremos de pensar en ella. Es mucho peor que tenerla todo el día en la cabeza: “Puedes llegar a cansarte si piensas siempre en algo. Intentar no hacerlo es lo que lo mantiene en nuestra cabeza”, sentencia este físico metido a psicólogo que colecciona gafas con narices y mostacho de Groucho Marx. Nuestra libertad de acción con lo que sucede dentro de nuestro cerebro no es tan amplia como creemos. Y al parecer, tampoco la tenemos fuera.

En 1983 Benjamin Libet y sus colegas de la Universidad de California en San Francisco realizaron un peculiar ensayo. Los participantes debían observar un reloj cuya manecilla daba una vuelta completa cada 2,56 segundos. Mientras estaban atentos a la manecilla, eran libres de flexionar la muñeca en el momento que quisieran. Lo único que debían hacer era tomar nota mentalmente de la posición de la manecilla cuando decidían mover la mano. En otra variante del experimento, los sujetos debían estimar en qué momento habían movido realmente la mano. Por su parte, Libet medía con electrodos la actividad eléctrica en las áreas motoras del cerebro –lo que se llama el potencial de alerta- y en los músculos implicados en el movimiento de la muñeca. Dicho de otro modo: podía determinar cuándo el cerebro mandaba la señal a los músculos para actuar y cuándo éstos se ponían en marcha.

Libet encontró que, como era de esperar, el deseo de mover la mano aparecía antes de que el sujeto tuviera conciencia subjetiva de que había realizado el movimiento. Sin embargo, la sorpresa surgió cuando descubrió que la preparación nerviosa real para el movimiento, el potencial de alerta, aparecía entre 0,3 y 0,5 segundos antes de que el sujeto decidiera conscientemente que quería mover la mano. Según los psicólogos S. S. Obhi, de la Universidad de Ontario Occidental, y P. Haggard, del Colegio Universitario de Londres, especialistas en acción y percepción humanas, “el sentimiento de intención puede ser efecto de la actividad de preparación motora del cerebro y no una de sus causas”.

El experimento de Libet fue el primer impacto en la línea de flotación del libre albedrío. Los realizados desde entonces demuestran que el cerebro va por delante de nuestra intención consciente a la hora de realizar un movimiento; sale con ventaja antes de sentir que hemos decidido hacer algo. Aún más, los experimentos de Libet muestran que creer que estamos empezando a mover la mano empieza 86 milisegundos antes de que realmente suceda. Para este psicólogo el cerebro responde a los estímulos exteriores y la consciencia es la forma que tiene de racionalizar las acciones que ya ha decidido realizar. Esto no quiere decir que no ejerzamos ningún control sobre ellas: podemos modificar las que están en marcha. Así, Libet sustituye el libre albedrío por la libre censura: el cerebro propone y la mente dispone.

El problema no puede ser más interesante: Si no estamos al tanto de lo que hacemos cuando lo estamos haciendo ¿qué percibimos? Es más, ¿cómo surge la idea de que controlamos nuestras acciones? Para estudiarlo Wegner diseñó, junto a Emily Pronin de Princeton, un experimento vudú. Un voluntario realizaba la clásica maniobra de pinchar con agujas un muñeco mientras su ayudante, otro voluntario que secretamente estaba conchabado con los investigadores, o bien mostraba desagrado o apoyaba efusivamente la acción.

Como en todo vudú que se precie, al cabo de un rato la víctima empezaba a decir que sufría dolor de cabeza. A partir de este momento, en el caso en que el ayudante se mostraba en desacuerdo, el hechicero tendía a responsabilizarse del dolor de cabeza. Es un claro ejemplo de pensamiento mágico y supersticioso, como creer que por usar cierto bolígrafo se aprueba un examen. Estamos ante lo que se llama una ilusión de control. ¿Pasa lo mismo con el libre albedrío? Para Wegner la situación es clara. Percibimos dos situaciones, el pensamiento y la acción, y nuestro cerebro une los puntos independientemente de que exista una relación causa-efecto. El cerebro la asume y punto.

Otro descubrimiento llamativo es que nuestro cerebro percibe más próximos en el tiempo de lo que en realidad están el acto de volición consciente y la acción. Esto lo probó Patrick Haggard con un peculiar experimento. El voluntario debía pulsar con la mano izquierda un botón. Al hacerlo se disparaba una estimulación magnética transcraneana que le producía un tic en el índice de la mano derecha. Mirando un reloj el voluntario debía fijarse cuándo pulsaba el botón y cuándo sentía el tic. En otra tanda de experimentos la estimulación magnética la provocaba una palanca accionada por un motor que obligaba al voluntario a pulsar el botón de manera involuntaria.

Pues bien, el intervalo de tiempo transcurrido entre pulsar el botón y aparecer el tic era percibido de forma distinta en el caso de que la pulsación fuera voluntaria o involuntaria. Si creemos que hemos decidido nosotros, la causa y el efecto son percibidos como temporalmente más cercanos. ¿Será que el cerebro crea una intensa sensación de asociación temporal entre nuestros deseos y las acciones subsiguientes? ¿Querrá así afianzar la idea de nuestra responsabilidad consciente en esa acción?

Para Wegner el sentimiento del libre albedrío requiere, primero, ser consciente de que las intenciones preceden a las acciones; segundo, que las intenciones han de ser consistentes con las acciones y, tercero, no ha de haber otra causa perceptible de la acción. Para comprobar que estos tres requisitos bastan para provocar la ilusión de control en las personas Wegner diseño otro experimento peculiar. Dos sujetos debían desplazar el cursor sobre la imagen de uno de los objetos presentados en la pantalla del ordenador al oír el nombre correspondiente. Pero lo que uno de ellos no sabía es que era el otro quien movía su cursor. Pues bien, si la palabra relevante, por ejemplo pan, la escuchaba entre 1 y 5 segundos antes de moverse el cursor hacia la imagen, creía que él lo había movido. Pero si se la escuchaba 30 segundos antes o un segundo después, no existía esa falsa sensación de control. La moraleja es que el cerebro decide que es el causante de lo sucedido después de realizar una acción. No obstante, otros trabajos indican que para que surja esa sensación de control tanto las acciones como sus efectos deben coincidir con las intenciones del sujeto. Si no es así, la ilusión de control desaparece.

Todos estos resultados hacen pensar a muchos científicos que el libre albedrío no es más que un espejismo creado por el cerebro. Mark Hallett, del National Institute of Neurological Disorders and Stroke, dice: “El libre albedrío existe, pero es una percepción, no una fuerza rectora. La gente experimenta el libre albedrío. Creen que son libres. Pero cuanto más escudriñas, más te da cuenta de que no lo tenemos”. A los investigadores como Wegner no les interesa decidir si existe o no, sino por qué creemos que lo tenemos. Sus experimentos le indican que nuestro cerebro está programado para creer que si pensamos en algo, ese algo va a suceder; nos hace creer que controlamos nuestras acciones.

Para ilustrar este punto veamos qué sucedió cuando Wegner llevó al laboratorio un número clásico de los cómicos. Una persona, delante de un espejo, viste un traje, pero son los brazos de otra persona situada detrás los que pasan por las mangas. Lo curioso es que si lleva puestos unos cascos que le predicen un momento antes cómo se van a mover los brazos, aparece en el sujeto una sensación de control sobre ellos. El cerebro, automáticamente, asumía que controlaba esos brazos.

¿A qué conclusión nos llevan todos estos trabajos? Suponiendo que existiera el libre albedrío, no hay manera de distinguir cuándo nuestras acciones responden a nuestros deseos (por ejemplo, estirar la mano para coger una galleta) de aquellas en las que se trata de una ilusión. Si nuestro cerebro es incapaz de diferenciar ambas, ¿Cómo podemos estar seguros de que existe el libre albedrío? ¿Es siempre esta sensación de control una quimera? No lo sabemos. Wegner compara la elección consciente con un mago realizando su espectáculo. Aparentemente, los efectos que realiza el ilusionista son causados por el movimiento que percibimos de sus manos, pero no es así. Ahí algo más que no vemos y es la verdadera causa. Del mismo modo, la simple decisión consciente de hacer algo no tiene por qué ser la causa de que lo hagamos.

Tanto si es una ilusión como si no, la noción de libre albedrío es útil y adaptativa, esto es, da ventaja evolutiva. Lo necesitamos para vivir; el mundo no tendría sentido para nosotros si creyésemos que los comportamientos de los demás no estuviesen causados por ellos mismos. Diversos investigadores, como Elizabeth Spelke de Harvard, en experimentos con bebés con tan solo unos pocos meses, han demostrado que poseen diversas habilidades mentales, como estimar si hay muchos o pocos objetos en una imagen, o que tienen (o creen tener) algo parecido a una noción de libre albedrío.

Sin embargo no todo está perdido. En 2007 Bjorn Brembs, de la Universidad Libre de Berlín parece haber encontrado la tabla de salvación en una de las mejores amigas de los biólogos, la mosca de la fruta. Los animales, y particularmente los insectos, suelen compararse con robots que solo responden a estímulos externos. ¿Qué pasaría si no los tuvieran? Para explorarlo Brembs colocó la mosca en una habitación blanca, sin ningún tipo de pista visual.

En lugar de volar siguiendo un patrón totalmente aleatorio, como el ruido blanco de una radio no sintonizada, “el análisis de los datos descubrió una variabilidad en las elecciones de la mosca que revelaba una firme componente no-lineal, propia de los procesos biológicos”: el cerebro de la mosca iba generando espontáneamente un plan de vuelo predeterminado. “La decisión de torcer a la izquierda o la derecha de la mosca, que cambiaba todo el tiempo, provenía del cerebro”, dice. ¿Ha encontrado una base biológica para el libre albedrío? Brembs lo cree así. Para él es una función básica del cerebro. “No hemos demostrado que exista el libre albedrío, sino que puede existir”, sentencia George Sugihara, el matemático del The Scripps Institution of Oceanography de la Universidad de California en San Diego que analizó los datos. “Hemos eliminado las dos propuestas clásicas contra el libre albedrío: la aleatoriedad y el determinismo puro”. Esto no implica, por supuesto, que la simpática mosca tenga conciencia.

Otro golpe al anti-libre albedrío ha venido de la Facultad de Psicología de la Universidad de Queensland, Australia. Allí los trabajos desarrollados en 2007 por Derek Arnold sobre cómo enfermedades como el autismo, la esquizofrenia o la dislexia modifican la percepción del tiempo, ponen en duda una cuestión que subyace a los experimentos de Libet y compañía: la percepción subjetiva del paso del tiempo. Arnold ha descubierto que detectamos los grandes cambios más rápidamente que los pequeños. No sólo eso, también nos parece que tienen lugar antes que los cambios pequeños. “La magnitud del cambio tiene un mayor impacto en la percepción del tiempo transcurrido en una secuencia de hechos (timing) que en la capacidad para detectar ese cambio”, comenta Arnold. Dicho de otro modo, somos conscientes de que algo ha cambiado (por ejemplo, si hemos tenido un tic) cuando estamos seguros de ello, no cuando lo detectamos por primera vez.

¿Qué implica este descubrimiento sobre el libre albedrío? Los experimentos de Libet parten de una suposición básica: tenemos un acertado sentido del timing. Pero los experimentos de Arnold sugieren todo lo contrario. “Somos conservadores; nuestra valoración del timing refleja cuándo estamos seguros de la detección, no de cuándo lo detectamos por primera vez”. El retraso encontrado por Libet puede estar relacionado con este hecho: no nos fijamos en la hora del reloj cuando decidimos por primera vez mover la mano, sino cuando estamos convencidos de que lo hemos decidido. “Somos responsables de nuestras decisiones –dice Arnold-. Simplemente no estamos muy seguros de cuándo las hemos tomado”.

En dos experimentos recientes, los psicólogos Kathleen Vohs de la Universidad de Minnesota y Jonathan Schooler de la Universidad de Columbia Británica han puesto a prueba el efecto que tiene creer en el libro albedrío sobre nuestro comportamiento ético. Para ello, propusieron a varios estudiantes realizar un examen de matemáticas ante un ordenador, pero se les advertía que el programa no funcionaba del todo bien porque a veces las respuestas aparecían en la pantalla. Para evitar verlas debían presionar la barra de espaciado tan pronto como asomaran. En definitiva, se apelaba a la honradez de los estudiantes. Previo al examen se les habían dividido en dos grupos. A uno se les había entregado un texto donde se afirmaba que estaba científicamente demostrado que el libre albedrío era una ilusión, un efecto espurio de la química cerebral. A la otra mitad no se les dijo nada. ¿Qué grupo copió más en el examen? El primero. En un segundo ensayo los psicólogos dieron a sus estudiantes un test cognitivo muy difícil. Debían resolverlo sin ayuda y al final les cantaban las respuestas para que se autocorrigieran. Por cada acierto podían levantarse y coger un dólar de un sobre situado en el otro extremo de la habitación. Aquellos que creían en el libre albedrío fueron más reticentes a autorregalarse el dólar.

Ahora bien, para estos investigadores sus resultados no son generalizables ni explican nuestras formas de conducta éticas, mucho más importantes que el mero hecho de copiar en un examen. Sin embargo, muchos creen que si no existe el libre albedrío nos dedicaríamos a hacer lo que quisiéramos por obra y gracia del mantra “qué importa”. No tiene por qué ser así, del mismo modo que no creer en un ser superior deviene en una falta de moral absoluta. ¿No es más probable que dudar de la existencia del libre albedrío nos sirva para proporcionar una excusa ante los demás por haber hecho lo que nos dio la gana? Dice un viejo aforismo que el carácter es hacer aquello que debes hacer aún sabiendo que puedes hacer cualquier otra cosa. El problema fundamental se encuentra, como apunta el psicólogo Steven Pinker, en que acabamos confundiendo explicación conexculpación. ¿Saben que es lo más curioso? Sea el libre albedrío una ilusión o no lo sea, todo seguiría como hasta ahora.

(Publicado en Muy Interesante)

Hola a todos,

a continuación voy a postear un archivo en word y es lo que he pensado en el transcurso desde que cree este blog y sobre el tema principal, la salud. Ojala te sea comodo leerla y saques tus dudas o conclusiones. En fin, eres libre…

Quiero, en primer lugar, agradecer a uds, los visitantes por aprovechar el contenido de esta web, cualquier cosa me la envían al correo de este blog. También, si alguno de ustedes puede ayudarme en lo que es poner un reproductor de musica en este blog y en la sala de chat que cree. También, en lo que es compartir archivos de musica por medio de las webs servidoras como rapishare, hotfile, etc… Para saber más opriman el siguiente enlace, lean y gracias de antemano……

Mi relfexión sobre la salud_ word 2003

Al inicio encontraréis la reflexión, ya..como posdata aparece la ayuda que necesito.

Es, digamos, extensa la reflexión, mas todo esto salieron de mis palabras, yo no copié a nadie, son mis ideas compartidas aquí.

Saludos a todos

Sed bendecidos

 

Uno de los Lados Negativos de la Religión – Impacto de las Creencias en la Salud

por Emiliana Malfatto
del Sitio Web ElEspectador
Junio 01, 2011

Una zona del cerebro relacionada con el estrés tendría menos volumen.
Un estudio de la U. de Duke, EE.UU., muestra que 
las personas religiosas son más propensas a sufrir de estrés.

Hasta ahora el tema era claro: el cerebro se beneficiaba de las prácticas religiosas.
Así lo habían demostrado estudios científicos realizados a creyentes de diferentes religiones, que concluían que la espiritualidad ayudaba a manejar el estrés y a desarrollar ciertas áreas de la corteza cerebral.
Incluso una investigación de la Universidad de Toronto (Canadá) aseguró que los enfermos de cáncer que siguen alguna religión pueden sobrevivir,
“hasta 18 meses más que los pacientes que no tienen ese vínculo con Dios».

Sin embargo, un estudio de la Universidad de Duke (Carolina del Norte, EE.UU.) viene a matizar el caso, cuestionando los efectos positivos de las prácticas religiosas sobre el funcionamiento y el desarrollo cerebral.

Sus resultados muestran que la religión y la espiritualidad no siempre permiten reducir los niveles de estrés y ansiedad, sino que pueden generarlos.
Amy Owen y sus colegas de la Universidad de Duke quisieron determinar los efectos de la religión a largo plazo sobre el cerebro. Una iniciativa interesante, ya que la mayoría de las investigaciones realizadas hasta la fecha se habían centrado en los efectos inmediatos de las prácticas espirituales.

El estudio midió el volumen cerebral de 268 hombres y mujeres mayores de 58 años. La investigación buscó las diferencias de volumen entre personas que desempeñan una vida religiosa intensa y personas no religiosas.

Las conclusiones contrastan fuertemente con lo comúnmente admitido. Las personas religiosas presentaron volúmenes cerebrales inferiores a los de aquellas no religiosas, y se evidenció en ellas atrofias del hipocampo, una estructura de la corteza cerebral relacionada con las emociones y la formación de la memoria.

Esta atrofia es particularmente marcada en el caso de los born again, los que “volvieron a nacer” al encontrar a Dios o, más concretamente, un camino espiritual.

Según los investigadores, esta reducción del volumen cerebral podría deberse al estrés que experimentan las personas religiosas en su vida espiritual, tanto en casos de una experiencia fuerte – como la de los born again – o, simplemente, por las dificultades de vivir la cotidianidad como creyente.

Asumir sus creencias religiosas ante los demás, temer un castigo divino o angustiarse por respetar los mandamientos de la religión son algunas de las situaciones que generan un brote de hormonas del estrés que, con el tiempo, podrían reducir el volumen del hipocampo.

Según los investigadores, se trata de un “dolor religioso y espiritual” que se puede hasta confundirse con el dolor físico. Y, como toda situación de estrés y malestar, tiene repercusiones negativas sobre el cuerpo humano.

No obstante, no se deben sacar conclusiones prematuras de estos resultados, y se necesitarán más estudios para aclarar la relación causal entre religión y estado cerebral. Además, las experiencias estresantes en la vida son tantas que resulta casi imposible aislar el efecto de las prácticas espirituales sobre el cerebro humano a largo plazo.

Este estudio, más que aportar una respuesta contundente, plasma la complejidad de las relaciones entre religión y ciencia.

Y además plantea una pregunta clave:
la religión nos afecta a todos, pero ¿positiva o negativamente?

http://www.bibliotecapleyades.net/mistic/religionsplanetearth32.htm

Tratamiento de las enfermedades psicosomáticas en la cultura andina

Antes de ocuparme de este tema es necesario hacer un deslinde sobre los conceptos relativos a la medicina tradicional, la medicina natural y la medicina académica o científica, entre otras medicinas paralelas o alternati­vas. De este modo la utiIización del concepto “tradicional” empleado por diferentes organismos y/o per­sonas especializadas en la materia; siguen sin querer comprender que hay una diferencia sustancial en lo que es Medicina Tradicional, Medicina Natural, Medicina Casera, Medicina Popular y Medicina Académica o Científica.

Dentro de la Medicina Natural, están comprendidas todas aquellas medicinas que como su nombre lo indica, utilizan medios naturales para restablecer la salud de las personas. La fitoterapia, termoterapia, hidroterapia, bioenergética etc. son algunas de las medicinas natura­les empleadas para la sanación. Todas estas parten de una concepción totalmente racional y Iógica causal, dado que se aplica el remedio para combatir determinado mal. Estas medicinas no entran dentro de lo tradicional porque ya tienen un trasfondo académico y científico donde ya se conoce la etiología de las enfermedades de manera conciente y racional.

La medicina casera, también tiene un trasfondo racional y se diferencia de la natural porque indistintamente utiliza medios naturales en las diferentes recetas que al interior de la casa se utiliza como parte del manejo de curaciones que desde los abuelos conocen y practican las personas en diversas localidades. Estas recetas y prácticas son a veces muy diferentes de región a región, trabajan sobre la creencia de que las enfermedades son originadas por el frío o el calor; la tos, los resfriados, dolores reumáticos, empacho, cólicos, etc. pertenecen al primer caso. Los procesos infecciosos, que originan estados febriles e inflamatorios, como el dolor de muelas, desarreglos gastrointestinales, la insolación se reconocen como “arrebatos” ocasionados por el calor. Para cada caso hay recetas que incluyen plantas, animales, sustancias terrosas naturales y minerales que se reconocen como de temperamento frío, templado o cálido, lo que es administrado al paciente en forma de jarabes, tisanas, pócimas, emplastos, baños y pediluvios, orientados a contrarrestar los temperamentos fríos, templados o cálidos.

La medicina popular se diferencia de la casera, en cuanto esta es de conocimiento y práctica muy familiar y particular. En una misma localidad las familias pueden tener diversas formas de afrontar las enfermedades, desde la manera de prevenirlas, diagnosticarlas y tratarlas. La medicina natural es el conjunto de medicinas caseras que se practican en una localidad o región. Dicho de otro modo es la popularización de las otras medicinas caseras. Lo que le diferencia de la medicina casera, es que mezcla estos conocimientos que en gran parte son de procedencia foránea (occidental, africana u oriental); con la medicina tradicional andina. De esta forma al tratamiento empírico racional le añade uno de corte ritual mediante el ofrecimiento de ofrendas que dan como complemento al tratamiento de la medicina popular.

En la concepción de la medicina moderna, académica o científica, se tiene pleno conocimiento de los agentes patógenos y de las enfermedades o secuelas que estas producen. Desde esta perspectiva se orienta a eliminar dichos agentes y las secuelas dejadas por las mismas mediante la prevención, diagnóstico y tratamiento, para, lo que utiliza instrumentos y aparatos adecuados, fármacos, intervenciones quirúrgicas, radiaciones, etc. que linda dentro el campo de la medicina científica.

Equivocadamente y con frecuencia se viene adjudicando el término de “Medicina Tradicional” a lo que es la Medicina Natural, destacando dentro de ella la fitoterapia, consistente en el restablecimiento de la salud por medio de la utilización de plantas. Los medios de comunicación masivos, a diario nos traen noticias sobre “descubrimientos” como la tan difundida Uña de Gato, Sangre de Grado, etc. que sin desmerecer sus virtudes o cualidades que tienen; no entran dentro del campo de lo tradicional, porque no tienen un contenido mítico, mágico ni ceremonial, como la coca, la ayahuaska o la wamanlipa, que si pueden proceder de una auténtica medicina nativa a lo que sí llamaremos MEDICINA TRADICIONAL que viene siendo utilizado dentro de una concepción diferente a la que se la da dentro del campo de la fitoterapia en cuya concepción ya hay una relación de causa y efecto como resultado de la racionalidad científica.

Lo expuesto no niega que las diferentes medicinas tra­dicionales que hay en las otras culturas, no se utilicen plantas medicinales para restablecer la salud. Sin embargo estas parten de una cosmovisión diferente a la que se tiene en la cultura andina. Si comparamos la medicina tradicional de nuestra realidad andina con la de otras culturas como la Indú, encontramos que la medicina tradicional practicado por los indostanos y los Budistas; a parte de sus ritos expresados por sus can­tos, danzas o movimientos rituales, mantras, y mandalas; utiliza plantas como elementos curativos y como con­tenedores de ciertas propiedades místicas que podían alejar los males y propiciar la concurrencia de fuerzas benefactoras. La medicina de pueblos del extremo oriente como la de Tailandia, es la que mas practica el uso de las plantas como parte de su sistema de sanación; pero el uso de estas va asociado al igual que en la Indú, con el sistema de alimentación de corte eminentemente vegetariano.

Con lo expuesto debemos entender que las medicinas nativas a lo que si llamaremos medicina tradicional, se diferencian de la fitoterapia, en la carga ideológica que tienen las primeras. Cada una de estas parten de un sistema de creencias donde la idea de la enfermedad se concibe como un castigo devino, antes que como producto del contagio o la contaminación con agentes patógenos. La creencia en sus divinidades y los atributos que estos tiene, están orientadas a favorecer o castigar la buenas o malas acciones de sus creyentes.

De aquí que las malas acciones originan la enfermedad como producto del castigo. El tratamiento de los males dentro de esta conceptualización, se hace recurriendo primero a rituales y ceremonias antes que utilizando plantas, animales o elementos químicos, que de ser el caso es complementario en algunas medicinas nativas o tradicionales. El uso de la sugestión por medio de ritos y ofrendas, basado en su sistema de creencias da lugar en primer término al tratamiento psicoterapéutico del paciente. De este modo quien se dedica a estos menesteres es un sacerdote antes que un médico. Estos curan por la fe, utilizando fundamentalmente el sistema d valores de su cultura y en la mayoría de los casos, son las plegarias, las ofrendas, las penitencias o el tratamiento mágico de los males, los que se utilizan para restablecer la armonía entre lo divino y lo humano.

Cumplido los rituales y ceremoniales viene la segunda parte consistente en lo que llamaríamos, la medicina empírico racional en la cual se aplican algunos medios naturales para contribuir al restablecimiento de la armonía entre lo divino y lo humano, entre el cuerpo físico y el espíritu. Los síndromes psicosomáticos, conocidos como mitos médicos por Hermilio Valdizan y Ángel Maldonado; son los que aclaran contundentemente la no creencia de los antiguos peruanos en la existencia de agentes patógenos, dentro de su sistema de ideas y conceptos en torno a la etiología de los males. Sin embargo si bien describen estos mitos de manera detallada, no alcanzan a comprender el contenido ideológico que encierran las actividades orientadas a restablecer la salud de los enfermos, y la forma como estas prácticas utilizaban el contenido religioso, el sistema de valores y la cosmovisión del hombre, para desarrollar la energías mentales necesarias por medio de la sugestión. A estas prácticas algunos estudiosos como Juan Lastres Saguin, entre otros, reconocen como prácticas psicoterapéuticas.

Actualmente se viene comentando sobre las bondades de la medicina tradicional andina en el adecuado tratamiento de las enfermedades psicosomáticas (susto, machusqa o soq’asqa, amaychura, hallpa hap’isqa, pukio hap’isqa, etc.) que la medicina moderna no puede curar porque atribuye el origen de estas enfermedades a otros factores que están fuera del entorno ideológico del paciente, de tal forma que su tratamiento no es efectivo por su falta de aceptación colaboración del paciente que cree más en el curandero porque este aplica en la sanación los contenidos ideológicos, sus sistema de valores y la cosmovisión del paciente.

Hace poco menos de dos décadas, viene desarrollándose dentro de la ciencia médica, la Psiconeuroinmunología, que esta demostrando el poder de la mente para curar las enfermedades mediante las prácticas de relajación e imaginación profunda y constante, con lo cual se ha demostrado que el cáncer de mamas de las mujeres puede curarse por este medio. Esto nos hace ver que la medicina tradicional andina hace muchos años ya utilizaba el poder de la mente para poder curar las enfermedades a través de la sugestión, haciendo que el paciente inducido por el Chaman o Paqo, se imaginara en su curación haciéndole ver por medio de sus rituales que los dioses habían escuchado sus plegarias y aceptaban su restablecimiento. Los actos de contrición, la puntual creencia en su sistema de valores y la observancia de sus ritos contribuían positivamente a su curación tal como esta demostrando esta nueva corriente que esta haciendo descubrimientos sorprendentes.

Para comprender la gran diferencia que existe entre la medicina tradicional andina y la medicina científica, es necesario ver el cuadro comparativo de estas dos corrientes, que parten de diferentes concepciones frente a la enfermedad, especialmente en lo referente a la etiología de las enfermedades que para los nativos era producto de un castigo divino. No conocían la existencia de agentes patógenos y no tenían idea a cerca del contagio y la contaminación. En el pensamiento andino la enfermedad era un ente que podía ser manejado ritualmente. Estos entes, perseguían a las personas que habían roto el equilibrio y la recíproca interacción con sus divinidades y las normas impuestas por su grupo social. Eran enviados por las divinidades como castigo por las malas acciones. Como se verá en la columna referente a la medicina científica, los aspectos relativos a prevención, etiología, diagnóstico y tratamiento difieren conceptualmente.

M. Tradicional M. Científica

Prevención Culto a las divinidades Vacunas Observ. de la normas Profilaxia Ofrendas Nutrición Contras (wisqa) Amuletos y talismanes

Etnología Pecado – enfermedad Agentes patógenos Agentes naturales Agentes psicológicos Aspectos congénitos Desarrg. Orgánicos

Diagnóstico Hichuri Estetoscopio Coca Psicoanálisis Qollpa Tensiómetro Sebo Ecografía Plomo Anal. de laboratorio Molledos Rayos x Sueños Tomografía Fuego Cuye

Tratamiento Ceremonias Rituales Fármacos Limpia del pecado Dietas Traslado de la enfermedad Inyecciones Llamado del alma Cirugía Devolviendo el mal Quimioterapia Empírico racional Rayos de cobalto Medios mecánicos Fisioterapia

Con este preámbulo ahora podremos comprender que las prácticas rituales empleados por los curanderos en el tratamiento de las enfermedades psicosomáticas se fundan en principios básicos donde el poder mental desencadena su potencial a través de la utilización del sistema ideológico del paciente por medio de la sugestión, inducida por un Chaman o sacerdote.

La Enfermedad del Susto.- Conocido bajo diferentes nombres en las distintas regiones del país: los quechuas de la zona sur del país lo conocen como Mancharisqa (asustado), ánimo qarkusqa (pérdida del alma). En el norte le denominan espanto, hani (con el ánima perdido), Pacha chari, mal de espanto.

El origen de esta enfermedad lo atribuyen a la pérdida del yuyaynin (juicio o razón) o huqkaqnin (su otro yo) lo que en la medicina tradicional actual se conoce como pérdida del alma a causa de haber sufrido un traumatismo psíquico sobre el organismo en general y sobre el sistema nervioso en particular.

Valdizan y Maldonado, desde su perspectiva médico académica piensan que esta enfermedad en muchos casos se debe a alteraciones del metabolismo debido a una alimentación poco racional. En otros se trataría de alteraciones nerviosas endo y exóticos y concluyen diciendo que “…en la mayoría de los casos el susto disimula la ignorancia de los curanderos”. Aquí podemos notar la presencia del académico que aplica su racionalidad en un intento de explicar la etnología de este síndrome desde su propia lógica racional, de corte occidental. Reconoce por un lado que las impresiones fuertes pueden generar trastornos en el organismo, pero se inclina más a explicar que la patogenia del susto se debe más a la presencia de agentes patógenos y una deficiente nutrición. Sin embargo el tratamiento psicoterapéutico de esta enfermedad y los resultados de la supuesta ignorancia de los chamanes andinos demuestra lo contrario como veremos adelante.

En todos los casos los síntomas que presente esta enfermedad son los mismos. Valdizan lo describe de este modo:

“Entre los síntomas de la enfermedad se describe los siguientes: escalofrío, fiebre, nauseas, vómito, diarrea”.

Y considera desde su perspectiva médico académico, que estas tienen un origen gastro entérico debido al cual el paciente:

“desarrollaría, una anemia ostensible en la palidez de las mucosas y de la piel, palpitaciones violentas, gritos nocturnos y sueño intranquilo” una mortificante astenia general, una intensa depresión psíquica o después de las alzas térmicas que sobrevienen generalmente por las tardes, hay sudores profundos seguidos de cefalgias violentas y dolores óseos y articulares muy molestos para el enfermo”.

El tratamiento de esta enfermedad es eminentemente psicoterapéutico. El chaman andino desde los incas utilizaron medios sugestivos para lograr el restablecimiento del paciente aquejado por el susto u otra enfermedad psicosomática. Cobo nos describe como era el procedimiento usual que empleaban los chamanes andinos para tratar las enfermedades por medio de la sugestión y la hipnosis.

“Para las enfermedades muy graves que con las medicinas y curas no sanaban, hacían los hechiceros meter al enfermo en un aposento secreto que primero preparaban de esta manera: limpiándolo muy bien y para purificarlo, tomaban en las manos maíz negro y traíanlo refregando con él las paredes y el suelo, soplando a todas partes mientras esto hacían y luego quemaban el maíz en el mismo aposento y tomando luego maíz blanco hacían lo mismo y después asperjaban todo el aposento con agua revuelta en harina de maíz, desta suerte lo purificaban. Limpio pues y purificado así echaban al enfermo de espaldas en medio de él, estando presente el inca, si era su mujer o hijo el enfermo y luego, por ilusión y embustes del demonio, era el enfermo arrebatado de un pesado sueño y éxtasis, y los hechiceros hacían apariencia de que lo abrían por medio del cuerpo con unas navajas de piedras cristalinas y que le sacaban del vientre culebras, sapos y otras bascosidades quemando en el fuego que allí tenían todo lo que sacaban y decían que desta suerte limpiaban lo interior del enfermo…”.

Aquí estamos ante la presencia del empleo de la hipnosis y la sugestión para tratar al enfermo. No intervienen el uso de plantas, animales o minerales como parte del tratamiento. El empleo del maíz es ritual, no se le aplica al enfermo interviene como un elemento de purificación.

El empleo de la sugestión, como parte del tratamiento de las enfermedades psicosomáticas, era necesario puesto que utilizaba los fundamentos del sistema de creencias del individuo. Un ejemplo de esto tenemos en el Wahapuy (llamar el alma u otro yo del enfermo). Para proceder al llamado primero prepara una ofrenda conocido como pago, pagapu, despacho, saywa, Qormi, sumaq sonqo (corazón bonito) que el Paqo o curandero debe preparar de acuerdo al tipo de enfermedad. Para el susto se prepara un despacho completo compuesto de 24 kintus de coca, maní, qañiwa, ayara, wiraq’oya, dulces de diferentes colores, galletas, qori libro, lloq’e seq’e, qori lazo, qolqe lazo, clavel rojo, piñis, wayruro, feto de llama, vino, ñawin ajha y agua ardiente. Esta ofrenda es quemada por el curandero en un lugar apropiado. Aquí señalamos que este rito, se debe oficiar en toda ocasión, de sanación con algunas ligeras diferencias. Es según los paqos, una forma de pedir permiso a las deidades andinas a manera también de restablecer la armonía entre las divinidades y el paciente.

Luego de oficiar la ofrenda, si el paciente es adulto, el curandero se sienta junto a él y le habla con frases cariñosas, le obsequia flores, él mismo se coloca en la boca hojas de coca que pincha con cierta delicadeza, luego pone sus manos en los hombros del enfermo como quien practica pases y le dice quedamente al oído:

“a que vas a esa mansión obscura donde no llega el sol, donde ni siquiera hay agua… ¡Regrésate! ¡No te asustes! Ven tus padres están apenados por ti”

Las técnicas de tratamiento de las enfermedades psicosomáticas tiene una amplia gama de variantes, sin embargo cada una de estas técnicas empleadas se basan en la cura psicoterapéutica donde la sugestión juega un papel importante. Dentro de ello se tiene la shoqma o shoqpi, (frotar) practicado en Ancash y Huanuco… Consiste en “bañar” y frotar al paciente con flores recogidas antes de la salida del solo, luego se hecha estas flores al cruce de un camino. Como una especie de candado se cuelga en el cuello del enfermo la cresta de un gallo para que impida a su huqkaqnin (su otro yo) salir de nuevo.

El susto en la criaturas es más frecuente, porque con la menor cosa se impresionan ya sea cuando alguien les grita o levanta la voz. Su espíritu queda atemorizado y vive sobresaltado. Una simple caída puede ocasionarle la pérdida de su “almita”. Esta enfermedad reviste las modalidades una leve conocido como mancharisqa (asustado) y la otra animu qarkusqa (pérdida del ánimo). En el primer caso el curandero o cualquier persona mayor especialmente la madre de las criaturas, proceden a “llamar” el ánimo de la criatura diciendo:

“Hampuy Juancito, hampuy Keypin ñuñuyki, hampuy

“Vente Juancito, vente Aquí esta tu teta, vente”

Después de hacer el llamado se pone un poco de sal en el sitio donde se asustó y luego se introduce un clavo. Es la forma más inmediata para curar a las criaturas asustadas.

En el segundo caso la pérdida del ánimo, es mas grave, pues la fuerte impresión ocasiona que su huq kaqnin (su otro yo) o alma a sido espanta y huye del cuerpo. El paciente enflaquece y pierde peso, duerme con sobresaltos y despierta gritando, de día, anda totalmente decaído, come poco, anda entristecido con ganas de llorar. En algunos casos estos síntomas van acompañados por frecuentes diarreas e inapetencia. Para curar esta enfermedad en las criaturas se acostumbra mandar preparar una “guagua” de pan, con las ropas del enfermo y luego va al lugar donde se asustó llamando el ánimo del enfermo. El muñeco de pan se arrastra levemente sin voltear. Llegando a la cama del paciente se coloca a su lado. Esta operación se hace por tres veces como tenemos señalado.

Otra forma de curar es por medio del baño de las flores, que consiste en enterrar al paciente dentro de la panza del ganado que benefician en el camal. También se le baña al enfermo, especialmente a las criaturas en un caldo preparado a base de roq’e, vísceras de cordero y afrecho, una copa de leche humana, otra de leche de vaca, huevo, una copa de agua ardiente, vino, todo eso se bate bien y cuando está tibio se baña al paciente. La espuma se hace lamer a la criatura y si es un poco mayor, se le hace tomar un poco de ese caldo. Su ropa se lava en dicho caldo luego de haber bañado al paciente. Se cree que es una forma de reemplazar las energías perdidas alimentándolo directamente por una especie de ósmosis.

Las técnicas y ceremoniales para curar el susto o pérdida del alma, es abundante y variado de región a región por lo tanto describir cada una de estas sería una tarea ardua, y a lo mejor como resultado encontraríamos algunas similitudes y ceremoniales diversos.

De no curarse a tiempo al enfermo, su alma se vuelve matrero y ya no puede volver. La persona se volverá triste y taciturna, asustadiza y apocada y sin personalidad. Su alma se volverá en espíritu chocarrero que andará haciendo asustar a las personas que tienen la mala suerte de chocar con ellos.

Como complementos para el mal de susto se les administra cocimientos de algunas plantas como el roq’e, con la finalidad, no de contrarrestar algún agente patógeno; sino de hacer que se estabilice su nuna (su yo) de la persona asustada pues el roq’e será como un candado que impide que el alma vuelva a salir al llamado de espíritus negativos que pueden estar tentándolo a salir otra vez. Tampoco dejará que estos entren en su cuerpo.

Hallpa hap’isqa.-

O agarrado por la tierra, es otra enfermedad psicosomática atribuida al castigo de la tierra, que en su sistema de creencias está considerada como Pachamama, o madre tierra. Puede agarrar el ánimo de las personas cuando esta no cumple con hacer sus ofrendas conocidas como el “pago a la tierra”, cuando hace mal uso de ella quemando cuando ella está viva, ejemplo, preparar y quemar un horno para hacer pachamanca o wathias en época de lluvias.

Los síntomas de esta enfermedad se traducen en decaimiento general, pérdida de fuerzas, una total anorexia y tristeza. El paqo cura haciendo ofrendas a la tierra consistente en la quema de un despacho, compuesto de coca, maní, qañiwa, wira q’oya, dulces de diferentes colores, galletas, qori libro, qolqe libro, clavel rojo, piñis, wayruro, feto de llama, chiuchi recado, flores de clavel, feto de alpaca, cintas de colores rojo y amarillo, vino y agua ardiente. Quemando este despacho a la media noche, el paqo procede a invocar a la santa tierra, rogando que suelte el ánimo del paciente. Luego le sahúma con plantas olorosas, palo santo, incienso mirra, markhu, ruda, muña…Como complemento le receta el consumo de comidas y bebidas sustanciosas, caldo de ranas, vísceras de carnero, caldo de carne, etc. Con este procedimiento logra curar al enfermo agarrado por la tierra. Como se puede ver es un procedimiento psicoterapéutico. Basado en el sistema de creencias del paciente.

Qhayqasqa.-

El culto a los muertos es una tradición que viene desde épocas remotas. Se supone que el alma de los difuntos vive en la otra vida y por tanto requiere de nuestra ayuda para vivir dignamente. La ayuda de los vivos es enviarle recados o encomiendas a la otra vida a través de despachos, ofreciéndole misas y comidas en el día de los difuntos y en su natalicio. Olvidar a los muertos trae consigo el castigo de estos por medio de la qhayqa, el cual consiste en mareos, arcadas y vómitos, pérdida intempestiva de la temperatura, náuseas, sudor frío y malestar general con decaimiento de las fuerzas. Algunas veces hay pérdida de conocimiento y desmayos.

Este malestar se cura frotando al paciente con ruda y markhu, luego se arroja al fuego dichas frotaciones para que el espanto se vaya. Cuando reviste mayor gravedad se le frota con cañazo y se le hace tomar aguardiente. Luego se le acuesta al paciente abrigándole bien. La qhayqa se ocasiona también cuando una persona tropieza con un fantasma o espíritu de algún alma en pena.

Soqasqa o machu hap’isqa.-

Es una de las enfermedades o síndromes mas controvertidos de la medicina tradicional. El soqa machu, wari o gentil, es el espíritu de las momias que supuestamente vive en los pukullos o tumbas. Cuando son perturbados, ya sea pisoteando dichos entierros, orinando o defecando encima, el soqa puede agarrar el ánimo de la persona haciéndolo enfermar. El diagnóstico de esta y cualquier otra enfermedad se hace mediante la coca y observando el estado físico del paciente. Los síntomas se traducen en un extremo enflaquecimiento, hambre insaciable, dolor de huesos y constantes diarreas.

Este síndrome tiene otra faceta de contenido erótico mediante el cual con mucha frecuencia hay mujeres que dicen haber sido poseídas por el soqa, quien aprovechando que estaban solas fueron seducidas por él. Se dice que este personaje en ausencia de los maridos de sus víctimas toma la figura de este y de esta forma las seduce. Al amanecer deja restos de paja o andrajos antiguos como señal de su presencia. En otros casos aprovecha del sueño de las personas para presentarse a su víctima a quien enamora ofreciéndoles oro y plata a cambio de sus favores. Estando en un estado de entre sueños, las hace suya y desde entonces se le presentará cada noche. Las personas seducidas por el soqa, dicen que se apegan a él y mantienen frecuente relación con él negándose a desocupar su vivienda. Se dice que el soqa, vive cerca de este lugar por eso la víctima se apega a permanecer con él. Como resultado de estas relaciones si tiene marido hace que se separen o lo enferma al hombre. Por su parte la mujer enflaquece paulatinamente hasta que finalmente muere.

La manera de curar este síndrome es ofreciendo despacho contra el soqa, se le da feto de gallina, de llama, de alpaca, de caballo y frutas. Este despacho tiene valor para tres años al cabo del cual se debe renovar al ofrenda.

La forma de prevenir la enfermedad es haciendo que la mujer lleve en sus bolsillos “ajos castilla” y una pequeña cantidad de excremento de “qholla wawa” (criatura tierna) con esto el soqa huye porque es muy escrupuloso y limpio pues no tiene intestinos por tanto repele la suciedad y los malos olores. Las habitaciones de la casa donde hay soqa, deben tener una cruz hacha con las hojas de niwa. En el se pone “ajos castilla” macho y hembra. Otra forma de prevención es ofreciéndole q’opa despacho (ofrenda de basura) que le causa disgusto y lo repele. Por lo contrario la comida del p’esqe, (especie de mazamorra de quinua) es de su agrado y lo atrae mucho, por eso cuando se prepara esta comida se debe lavar los platos y ollas para que no atraiga al machu.

Dicen que muchas veces las mujeres llegan a embarazarse del soqa. El hijo del soqa, nace con dientes y bigotes y muere en cuanto ve la luz del sol.

También existe la Paya Soqa, o soqa hembra, que persigue a los hombres. El encuentro de un hombre con la paya soqa, es mortal porque su víctima muere en el primer encuentro.

Pukio hap’isqa.-

O agarrado por el pukio o manantes de agua. Es una enfermedad supurativa, pues al paciente le salen granos con supuración de agua. Se supone que el origen de la enfermedad se debe al haber pasado en un mal momento por una fuente o pukio el cual sopló sus emanaciones. La forma de curar es haciendo sahumar al paciente con los desechos y sobras de todas las plantas medicinales, viene a ser una especie de basura o restos de diferentes plantas. Se le agrega contra veneno y contra hechizo y una especie de copitas de diferentes colores. Esto se lleva al lugar donde fue cogido por el pukio y se entierra en la orilla.

Mal viento.-

Existen diversos tipos de “mal vientos” entre ellos están el soqa, wayra, proveniente de las tumbas de las momias o entierros antiguos, esto produce granos en todo el cuerpo. Se cura bañando al paciente con agua de malvas y markhu. Hay tambien el “Haya wayra” o viento proveniente de las tumbas, causa mareos, es parecido a los síntomas del qhayqasqa. El hiru wayra, es el mayor peligro pues genera deformaciones en el rostro al “voltearle la mejilla” causando una parálisis facial, su curación es difícil, el paciente debe friccionarse el cuello con una media o trapo negro. El tratamiento se hace mediante fricciones constantes con hierbas de olor fuerte, muña, markhu, ruda, molle, sauco putaqllanku. Este tipo de mal viento también ataca las articulaciones generando dolores.

Encantamiento.-

Ciertos parajes son considerados como lugares negativos porque allí viven espíritus malignos como el anchancho. Especie de sirena para unos y de un hombre pequeño y maligno que engaña con su risa maligna, según otros la persona que entra en estos lugares puede perder la razón por efecto del encantamiento. Estos lugares peligrosos de preferencia son las casas de gentiles, casas viejas abandonadas. Las phaqchas o caídas de agua se consideran habitadas por el espíritu de las aguas o las sirenas que pueden encantar a las personas y llevárselo consigo, consideran que las personas que han sido encantadas, andan como poseídos y difícilmente pueden recuperarse, salvo la energía poderosa de un paqo, que sabe como determinar los factores negativos de esta energía. Como parte de su tratamiento debe enfrentarse con el anchancho ubicando el lugar exacto donde vive. Luego llevará a la persona a dicho lugar y sin temor invocará a la media noche desafiándole a salir. Seguidamente arrojará sobre el paciente el sumo de las plantas mas hediondas, mezclados en poqo hisp’ay (orines macerados) excremento e añas y sebo de puma. Con esto el anchancho huye. Si el paqo no tiene la suficiente fuerza y entereza, puede ser dominado y corre peligro de morir en la contienda.

Amaychura.-

Es la enfermedad de las criaturas debido a estar poseídas por el espíritu de un muerto. Esto ocurre cuando las madres en estado de gestación concurren a un velatorio de algún difunto o cuando llevan a las criaturas a estos eventos. Allí el espíritu del muerto se apodera de la criatura y por eso esta enfermará presentando los mismos síntomas que se dan en los asustados. La única forma de curar el amauychura es llevando a la criatura a un entierro y al momento que depositan el cadáver en la sepultura hacen pasar a la criatura por encima del ataúd por tres veces. De esta forma el espíritu del muerto deja a la criatura y se va con el difunto.

Esta enfermedad en sí es un cuadro de desnutrición aguda crónica.

La colerina.-

Las emociones particularmente, si son muy intensas no solo dañan el espíritu sino el cuerpo. Entre los indígenas se conoce con el nombre de colerina a una serie de trastornos hepatobiliares caracterizados por dolores de cabeza, cólicos, vómitos generalmente biliosos, consecutivos a un disgusto, una pelea o un contratiempo.

Es lógico suponer que la cólera actúa como elemento desencadenante en los pacientes. La manera de curar es provocando el vómito para que salga toda la bilis porque piensan que hay un trastorno del flujo biliar por efecto de la cólera…

De todo lo expuesto vemos que la medicina tradicional si bien utiliza medios naturales, los hace dentro de una función más ideológica o racional. Atribuye a cada elemento natural, propiedades psicoterapéuticas antes que las que realmente posee. La primera diferenciación viene en lo concerniente a los elementos naturales de temperamento cálido o frío. En este caso estamos frente a una concepción de corte empírico racional que ya está más próximo a lo racional y académica. Aún así, cada elemento natural dentro de las medicinas tradicionales posee un “Espíritu” una “fuerza” “mana” o “khuya”, que es parte de lo divino o algo que emana de él, y el cual contribuye a hacer que el mal se “retire” considerando que la enfermedad es un ente negativo y no producto de la contaminación con agentes patógenos.

El tratamiento psicoterapéutico, está en estrecha relación con este pensamiento. La enfermedad como ente que se apodera del enfermo va haciendo perder su ánimo, agarrándolo o haciendo que la mala suerte persiga a las personas. Para curarle es necesario trasladar la enfermedad. A esta operación se le conoce con el nombre de muda, término castellano que reemplaza a la palabra quechua Kutichi, (hacer regresar) Mediante esta operación se traslada la enfermedad en otro organismo vivo, entre los que figuran en orden de importancia: cuyes, sapos, perros, gallinas, flores, etc. para que la enfermedad se vaya en ellos.

Bajo estos criterios será posible comprender de mejor manera los diferentes mitos y creencias del poblador andino, en torno a los criterios sobre la salud y la enfermedad. A este respecto en trabajos anteriores planteé que el chaman o curandero andino, tiene una doble función de curandero y sacerdote. El chaman puede curar el cuerpo y el alma partiendo de un sistema de creencias propias de su cultura. Se diferencia del médico académico en el campo de acción. El médico cura solo la salud del cuerpo material del enfermo; el curandero andino, cura el cuerpo, el alma y los aspectos materiales inherentes al paciente. De este modo puede curar la casa, el ganado, las chacras la suerte, sus actividades y los anhelos del paciente. Es decir el curandero abarca un campo de acción mas amplio, porque en su sistema de mitos y creencias, las cosas materiales también pueden enfermar, por eso es necesario curar las casas, chacra, el ganado, etc.

Desconociendo la existencia de agentes patógenos, tales como los microbios, virus, etc. Atribuye el origen de las enfermedades a castigos divino.

Via: http://www.wanamey.org

El microchip podrá controlar nuestro sistema nervioso…

¿Os imagináis qué es lo que os pasará si tomáis estas pastillas? ¡Controlarán vuestro cuerpo y vuestra mente desde un ordenador central!
La farmacéutica Novartis AG, con sede en Suiza, planea en los próximos 18 meses obtener la aprobación regulatoria para la producción de una tableta con un chip electrónico instalado, haciendo realidad el concepto de medicinas ‘inteligentes’, informa Reuters.

Inicialmente se planifica utilizar uno de los fármacos que ya se usa para el tratamiento de pacientes de trasplante con el fin de evitar el rechazo de los órganos, pero la compañía espera ampliar la aplicación de la tecnología a otros medicamentos.


A principios de este año Novartis AG adquirió por 24 millones de dólares la tecnología de instalación del chip en la tableta, desarrollada por la empresa californiana Proteus Biomedical.

Al llegar al estómago del paciente, estos chips biotecnológicos se activan por medio del jugo gástrico y envían una señal a un emplasto pegado a la piel del paciente. Este emplasto podrá transmitir los datos al smartphone o a Internet para el doctor.
Como afirman los desarrolladores, esta tecnología permitiría no solamente controlar si el paciente tomó la medicina a tiempo y en la dosis prescrita, que es sumammente importante para el tratamiento de algunas enfermedades, sino también recoger datos del funcionamiento de los sistemas de su organismo y comprobar que el fármaco ejerce un efecto normal. También puede controlar nuestro sistema nervioso en el caso de estados de nerviosismo o estrés, y puede liberar señales que afectarían nuestras capacidades cognitivas si fuera necesario.

Los especialistas no necesitarían pasar todo el ciclo de pruebas clínicas del nuevo tipo de medicamento, porque los chips se instalan en los fármacos ya aplicados. Sin embargo, existe todavía un problema que queda fuera de la competencia médica: la cuestión de la seguridad informática.

Los datos médicos personales de los pacientes deben ser protegidos ya que se transmiten desde dentro de sus cuerpos vía inalámbrica o Bluetooth y hay que asegurar que nadie, salvo las personas asignadas como el doctor, no tengan acceso a ellos. Además, no se garantiza que una tecnología así no pueda aplicarse para otros objetivos que los puramente médicos. 

¿Es el mal solamente un concepto lingüístico, un efecto de un ensamble neurofisiológico particular o una fuerza metafísica?

La neurociencia es probablemente la rama de la ciencia moderna más ambiciosa, amenazando con absorber los problemas de la psicología, la filosofía y la moral –en realidad todo el humanismo– y declararlos como meros epifenómenos del cerebro humano, reducibles a una zona milimétrica en este órgano cumbre o a la mera relación entre una serie de vías neurales. Aunque este reduccionismo eminentemente materialista puede ser considerado como una delirante simplificación (y aprisionamiento) de elementos inasibles –como el espíritu, la conciencia o las ideas–también es cierto que en muchos aspectos la neurociencia se ha mostrado sumamente precisa y efectiva.

Ron Rosenbaum analiza en la revista Slate el problema del mal, el cual la neurociencia sostiene haber resuelto: el mal no existe, los actos “malos” son solamente el resultado de un neurorcórtex predeterminado a actuar de esa forma. Varios neurocientíficos actualmente mantienen la idea de que los actos conscientemente y voluntariamente malignos son una ilusión. Personas como Anders Breivik o Jared Loughner, según esta veta científica, son víctima de anomalías en su amígdala, de disfunciones en sus lóbulos prefrontales o de una conjunción de relaciones neurales que se combinan para determinar, a fin de cuentas, que cometan una atrocidad como matar a docenas de niños en un lago en Noruega.

“¿Y al reducir el mal a un malfuncionamiento puramente neurológico o a una malformación en las conexiones del cerebro físico, al eliminar el elemento de tomar una decisión consciente en base al libre albedrío, acaso no han eliminado los neurocientíficos también la ‘agencia moral’, la responsabilidad personal? ¿Significa esta excusa de ‘neuromitigación’ –’mi cerebro me hizo hacerlo’ como la han llamado algunos críticos– que ningún ser humano quiere hacerle mal a otro? ¿Que todos somos inocentes, como los buenos salvajes de Rousseau, algunos afligidos por defectos –’bichos cerebrales’, como los llama un nuevo libro de neurociencia pop– que causan los comportamientos antes conocidos como malos?”, escribe Rosenbaum.

Esta es solamente un nuevo avatar de una de las más antiguas discusiones del pensamiento humano, ahora bajo la retadora y supuesta infalibilidad de la ciencia moderna. Como se habrá hecho evidente, en ella confluyen los problemas no menos significantes de si tenemos libre albedrío y de qué es la conciencia (tangencialmente figura también la pregunta sobre la existencia de Dios, con su supuesta benevolencia infinita).

En la práctica, en la vida cotidiana, nuestra sociedad acepta de manera tácita y con un profundo arraigo, la noción de que el mal existe. Padres y maestros enseñan de manera automatizada a rehuir el mal, las personas malas y las cosas que hacen mal –sin realmente considerar que si nuestro cerebero (o nuestro destino) está preoordenado, difícilmente harán diferencia estas admoniciones. Nuestra cultura crea antihéroes malignos como Darth Vader, el Guasón o Hannibal Lecter y por otra parte condena a personajes como Osama bin Laden y se mistifica por “abominaciones” como Charles Manson. Los políticos usan palabras como “el eje del mal” o “escapar de la lógica del mal” (palabras de Benedicto XVI después de lo sucedido en Noruega). En la mayoría de los casos creemos en “el mal”, aunque realmente no sabemos qué es.

Uno de los más interesantes acercamientos al “mal” es el del neurocientífico Simon Baron-Cohen (sí, el primo, un poco más serio, de Sacha Baron-Cohen aka “Borat”). Baron-Cohen considera que lo que nosotros llamamos “mal” es en realidad la falta de empatía en el cerebro. Este científico británico traza toda un anatomía de la empatía dividida en 13 regiones específicas que constituyen el “circuito empático”, ubicando en distintas regiones del cerebro los mecanismos que llevan a una decisión “maligna” o “no-empática”. Un cerebro sano actúa de manera conjunta para derrotar un “enfoque de único propósito” el cual exhibe una inhabilidad a “reconocer y responder” a los sentimientos de los otros.

Baron-Cohen no sólo abole el mal, acaba también con la bondad: la cual sería el resultado de un circuito empático bien aceitado. “Reemplazar el mal con la no-empatía, es más un truco semántico que un descubrimiento científico”, dice Rosenbaum, quien también plantea la pregunta sin respuesta de cómo saber si tal parte del cerebro está causando esa empatía o simplemente reflejándola. Podríamos decir que pese a tener un cerebro no-empático podemos tomar la decisión de actuar con empatía o si esta no se nos da de manera natural, podemos decidir desarrollarla disciplinadamente, aplicando nuestra voluntad a la neuroplasticidad de nuestro cerebro. Pero también se podría objetar que estamos predeterminados al resultado de nuestra búsqueda empática: aquellos cerebros con un circuito previamente dispuesto para desarrollar la empatía son los que lograran su cometido (sobra decir que nos movemos sobre terrenos pantanosos, donde cualquier piedra de toque se puede convertir en un regressum ad infinitum).

Otro entusiasta del neurodeterminismo, David Eagleman, en su libro Incognitovislumbra un mundo orwelliano en el que se usaran resonancias magnéticas para identificar a las personas que tienen el potencial de cometer actos anteriormente conocidos como malos, y se les preescribirá tratamientos como “aerobics prefrontales” o de “balance temporal superior” para remodelar el cerebro. Sin embargo, algunas personas con cerebros indispuestos para la normalidad social deberán de ser removidas, incluso de por vida (si la ciencia no es capaz de “corregir” el cerebro).

Esto es quizás el lado extremo del domino de la neurociencia, que tiende a exhibirla como un exceso. Pero el problema no tiene solución fácil. Algunas vertientes de la física moderna incluso consideran que el universo está predeterminado por sus condiciones iniciales, no sólo tu neuroconectividad sino cada átomo en el espacio es el resultado de estas condiciones iniciales –las cuales pueden ser vistas como un código de programación. Según el principio antrópico, es tan improbable que el universo haya podido evolucionar a su estado actual que delata una preselección (o incluso una postselección, ya que el universo podría estar siendo guíado desde el futuro). En palabras de Einstein “Dios no juega a los dados”. Bajo esta perspectiva, que ciertamente no es la única dentro de la física, todo lo que sucede es la consecuencia de una serie de eventos encadenados que se remontan al inicio del tiempo, y en este sentido todo lo que haces está sujeto a esta causación determinista –que puedas o no matar a tal persona está ligado a que se haya formado (y a que se pueda formar) tal estrella.

De nuevo volvemos a una compleja encrucijada, ¿hasta que punto el individuo tiene una voluntad y una capacidad de decidir independiente del universo y de la evolución de la materia? Claro que también podemos creer que lo que ha llevado al mundo a ser como es (a dar luz a la vida, etc.) es el caos y el azar. Y que podría ser de cualquier otra forma (y de hecho podría ser simultáneamente de todas las formas, en un infinito multiverso). Pero aquellos que ven un orden más allá de la mera combinación aleatoria o creen en Dios y en el destino tendrán un poco más difícil insertar el libre albedrío a la ecuación.

Regresemos al problema de la existencia del mal. Adolf Hitler es el hombre que para la mayoría de las personas mejor (valga la paradoja) “encarna” la idea del mal en el mundo. Mucho se ha dicho sobre la maldad de Hitler, si esta es el resultado de las vicisitudes de su vida (un científico incluso la ligó a un mordedura de mosquito que le habría producido encefalitis en la Primera Guerra Mundial) y de una complicada historia psicológica que de alguna manera determinó que fuera así –en todo su maligno poderío. Se ha mencionado, tambien, que esta maldad debe de ser el resultado de la influencia de fuerzas ocultas, demonios o extraterrestres (¿y cómo juzgar la moralidad de estas entidades?), que lo usaron para intentar materializar un oscuro plan de destrucción –involucrando una antigua batalla entre deidades y pueblos perseguidos (o escogidos). Otra posibilidad, a veces manejada, es que Hitler, un hombre inteligente en ciertos aspectos, haya sido la encarnación del mal definitiva, justamente porque decidió voluntariamente obrar así, sediento de poder y ambición y albergando un profundo odio.

Nada es fácil en esta exploración y seguramente no vendrá ninguna respuesta, más que nuevas y más interesantes preguntas. Hitler evidentemente no consideraba que lo que estaba haciendo era malo, al contrario, bajo su perversa moral, lo que hacía era por un bien ulterior superior. Lo mismo con el asesino Anders Breivik Behring, quien se consideraba a sí mismo un héroe, un honorable caballero templario (más allá de que le hayan lavado el cerebro en programas de control mental o no). Lo que vemos entonces es que las ideas y los patrones de pensamiento que se afianzan en el cerebro bajo ciertas condiciones psicológicas llevan a los hombres a obrar de forma que para la mayoría de la sociedad es considerada como maligna, al hacerlos creer, o programalos a pensar, que lo que hacen está bien. (Parece hasta cierto punto evidente que una idea no contiene en sí misma la semilla del mal –aunque en cierto terreno mental puede germinar “actos malos”).

Las miles de personas que apoyaron los actos de Hitler, considerados generalmente como malignos, probablemente, neurofisiológicamente, contaban con las características para ser programados para apoyar una serie de actos totalitarios pero del otro lado de esta dicotomía, para realizar actos de bondad –si acaso hubieran escuchado una poderosa voz en la radio y atendieran a eventos masivos orquestados con un alto poder propagandístico que fomentara este “bien”.

Hay que preguntarnos tambén si la maldad –incluso los actos radicales de Hitler– es juzgada así solo por una convención social o existe más allá de este juicio de valor contextual. Ciertas sociedades habrían juzgado correcto esclavizar y asesinar a miles de personas –sociedades que fuimos nosotros– con el fin de hacer un bien mayor (bajo una moral revelada supuestamente por un ser superior). ¿Cómo saber que nuestros actos, por ejemplo construir automóviles, quemar petróleo o comer pollo, no les parecerán malignos a una sociedad futura? Aunque también se podría argumentar que hemos y estamos evolucionando –y el mal es lo que se deja atrás con la evolución. Aquello que la conciencia deja de admitir.

¿Exite metafísicamente el mal o es sólo un concepto creado por el ser humano? En su genial novela de ciencia ficción “Iluminatus!, Robert Anton Wilson narra la historia de un sacerdote de la Atlántida, Gruad, que implantó en el ser humano los conceptos del bien y el mal, como un dualismo de control:

“Gruad enseñó al hombre a ver la ingorancia, la pasión, el dolor y la muerte como males, y a luchar en contra de ellos”.

El personaje Hagbard Céline en esta novela enseña a sus reclutas que este maniqueismo es usado por una sociedad secreta (los ubicuos Iluminati que son la continuación de la casta sacerdotal de la Atlántida) para coartar la libertad del hombre, enfrascándolo en un juego moral, en una cárcel lógica oprimida por la culpa que suscita ese espectral hacer mal. Es decir, el bien y el mal son una ilusión y hacen creer que sólo tenemos una serie limitada de alternativas y que seremos juzgados por nuestras decisiones (el peso fantasmagórico del pecado original). Aunque este razonamiento empoderado en el simbolismo parece ser bastante lúcido, admite el argumento, otra vez ad infinitum, de que la implantación de estos conceptos, de esta visión limitante del mundo, es justamente una manifestación del mal en su multifacética truquería.

El concepto del “mal” es sobre todo una herencia del pensamiento religioso, que a su vez es una herencia del mito y de lo que hoy llamamos a veces paganismo. Quizás la concepción del mal de la mitología y de las culturas consideradas paganas por los grandes monoteísmo nos brinde una perspectiva más amplia para comprender este “problema”. Para culturas como los aztecas o los egipcios, y muchas otras más, el mal es la otra cara del bien, como es el caos del cosmos (o la carga negativa y la carga positiva); ambos principios de la dualidad universal. Así Set y Osiris, o Tezcatlipoca y Queztalcoatl son ememigos pero también son hermanos, igualmente divinos. Para hacer una larga historia corta, lo que resulta de esta oposición de fuerzas es un balance natural, una especie de fricción que permite la evolución, como la destrucción de lugar a la creación. Y lo que se aprende, la gnosis de esta relación entre el bien y el mal, es que representan una especie de drama cósmico que se repite a lo largo de la historia. Pero que es justamente un drama, es decir una representación teatral, una ilusión, ya que debajo de la máscara que tomen en ese momento, más allá del tiempo, estos dioses que se enfrentan y transmutan son uno mismo. Demon est Deus inversus.

Esto no necesariamente significa que no exista el diablo, significa que podría existir como una personficación del universo, como una máscara arquetípica, una corriente de energía primordial –quizás de la misma forma que existe, de una manera no tan marcadamente arquetípica, tu personalidad (la ficción del ego). Existe para que haya juego (y quizás las personas que han sido históricamente malignas, como Hitler o Manson, solamente han encarnado un rol.) Tal vez la función del mal en el universo sea increíblemente la misma que la de Darth Vader en “Star Wars”: fortalecer el arco dramático para entretener al espectador (en este caso un espectador que es también la obra y que al ver a los demás se ve a sí mismo).

Como no queremos ofrecer respuestas sino provocar preguntas, y esta última parte parece definir una posición determinada en cuanto al problema del mal, consideremos un último concepto tomado de Gurdjieff:

“Pecado es aquello que mantiene al hombre amarrado en un punto cuando el hombre ha decidido moverse, si es que es capaz de moverse. Los pecados solamente existen para las gentes que están en El Camino, o que se están acercando a él. El pecado es aquello que detiene al hombre en este propósito, aquello que le ayuda a engañarse a sí mismo y a pensar que está trabajando, cuando en realidad sólo duerme. El pecado es lo que hace dormir a la gente, cuando han decidido despertar”.

Esta podría ser una definición un tanto más práctica e individual del mal, y que necesariamente involucra a la conciencia, puesto que, bajo la concepción de Gurdjieff, un pecado sólo existe en personas que han decidido encaminarse hacia su despertar y por lo tanto son conscientes de que están dormidas. Detectamos aquí una interesante acepción del mal (o del pecado como una forma de nuevo más útil de designarlo); entendemos en este sentido que el mal sería básicamente aquello que hacemos –una vez que ya hemos tomado conciencia de nuestra esencia– que va en contra de nosotros (y de nuestra evolución). Algo que se puede entender como una negación de quien en verdad somos. No es rebelarnos contra Dios, es rebelarnos contra nosotros mismos (y nuestra propia divinidad).

Fuente: Pijamasurf

Capítulo 1:

El Tao Con Nombre y Sin Nombre
______________________________

El Tao que puede llamarse Tao
no es el verdadero Tao.
El nombre que se le puede dar
no es su verdadero nombre.
Sin nombre es el principio del Cielo y la Tierra;
y con nombre, es la madre de las diez mil cosas.
Desde el No-Ser comprendemos su esencia;
y desde el Ser, sólo vemos su apariencia.
Ambas cosas, Ser y No-Ser, tienen el mismo
origen, aunque distinto nombre.
Su identidad es el Misterio.
Y en este Misterio
se halla la puerta de toda maravilla.

Capítulo 2:

La Dialéctica Natural de Todas las Cosas
________________________________________

Todo el mundo toma lo bello por bello,
y eso es porque conocen qué es lo feo.
Todo el mundo toma el bien por el bien,
y eso es porque conocen qué es el mal.
Porque, el Ser y el No-Ser se engendran mutuamente.
Lo fácil y lo difícil se complementan.
Lo largo y lo corto se forman el uno de otro.
Lo alto y lo bajo se aproximan.
El sonido y el tono armonizan entre sí.
El antes y el después se suceden recíprocamente.
Por ello, el Sabio maneja sus asuntos sin interferir,
y difunde sus enseñanzas sin adoctrinar.
No niega la existencia de las innumerables cosas.
Las construye sin atribuirse nada.
Hace su trabajo sin acumular nada por él.
Cumple su tarea sin vanagloriarse de ella, y,
precisamente por no vanagloriarse,
nadie se la puede quitar.

Capítulo 3:

El Perjuicio de la Ambición;
El Beneficio de la Moderación
_____________________________

No ensalzar los talentos
para que el pueblo no compita.
No estimar lo que es difícil de adquirir
para que el pueblo no se haga ladrón.
No mostrar lo codiciable
para que su corazón no se ofusque.
El sabio gobierna de modo que
vacía el corazón de deseos,
llena el vientre de alimentos,
debilita la ambición,
y fortalece hasta los huesos.
Así evita que el pueblo tenga codicia
y ambiciones,
para que los oportunistas
no busquen aventajarse de los otros.
Quien practica la no-acción,
todo lo gobierna.

Capítulo 4:

La Singularidad del Tao
_______________________

El Tao es vacío,
imposible de colmar,
y por eso, inagotable en su acción.
En su profundidad reside el origen
de todas las cosas.
Suaviza sus asperezas,
disuelve la confusión,
atempera su esplendor,
y se identifica con el polvo.
Por su profundidad parece ser eterno.
No sé quién lo concibió,
pero es más antiguo que los dioses.

Capítulo 5:

La Imparcialidad Universal
__________________________

El Universo es imparcial:
ve a las diez mil cosas como imitaciones.
El sabio es imparcial:
ve a la gente como simulaciones.
El universo es como un fuelle,
vacío, pero nunca agotado.
Cuanto más se mueve,
más produce.
De igual modo, Cuanto más cosas ambiciamos,
más pobres nos hacemos;
es mejor buscar el conocimiento interno.

Capítulo 6:

La Mujer Misteriosa:
La Madre del Universo
_____________________

La Esencia del Todo no muere.
Es la Mujer Misteriosa, Madre del Universo.
El camino de la Mujer Misteriosa
es la raíz del Cielo y de la Tierra.
Su duración es perenne, su eficiencia infatigable.

Capítulo 7:

NO a la Egolatría;
SI a la Abnegación
__________________

El cielo y la tierra son eternos.
El cielo y la tierra deben su eterna duración
a que no hacen de sí mismos
la razón de su existencia.
Por ello son eternos.
El sabio queda atrás, por lo mismo es el primero.
Está desapegado, por eso es uno con todo.
A través de sus acciones generosas logra la plenitud.

Capítulo 8:

Acercamiento al Tao
___________________

La Suprema Bondad es como el agua.
El agua es buena y útil a los diez mil seres por igual.
No tiene preferencias por ninguno en especial.
Fluye en sitios que los hombres suelen rechazar,
al igual que sucede con el Tao.
Por esto, estar cerca del Tao implica que:
Al escoger tu morada,
has de saber cómo no apartarte de la tierra.
Al cultivar tu mente,
has de saber cómo bucear en las profundidades ocultas.
Al tratar con los demás,
has de saber ser amable y bondadoso.
Al hablar, has de saber medir tus palabras.
Al gobernar, has de saber cómo promover el equilibrio.
Al administrar, has de saber ser eficaz y justo.
Cuando actúes,
has de saber escoger el momento oportuno.
El Sabio que consiente en ello no rivaliza con los otros,
y Por lo tanto, no se equivoca.

Capítulo 9:

Los Excesos generan Perjuicios
______________________________

La tinaja demasiado llena caerá por su propio peso.
Afilar en demasía la espada la desgastará
y no durará mucho tiempo.
Si al salón se le llena de jade y piedras preciosas,
alguien intentará robarlo.
El rico y orgulloso se pierde a sí mismo,
y en consecuencia atraerá la desgracia.
El hombre que surca el Sendero del Cielo
se retira luego de finalizar su obra.

Capítulo 10:

La Gran Virtud
______________

Unir cuerpo y mente en un conjunto
del que no puedan disociarse.
Equilibrar el Chi hasta hacerlo
tan armónico como el de un recién nacido.
Purificar la vision interna hasta
dejarla libre de todo vicio.
Querer al pueblo y gobernar la nación
practicando el Wu-Wei.
Abrir y cerrar las puertas del cielo
siendo como la Mujer Misteriosa.
Conocer y comprenderlo todo
usar la inteligencia.
Engendrar y criar,
Alimentar y educar
engendrar sin apropiarse,
obrar sin pedir nada a cambio,
guiar sin dominar,
esta es la Gran Virtud.

Capítulo 11:

La Esencia es mas útil que la Apariencia
________________________________________

Treinta radios convergen en el centro de una rueda,
pero es su vacío
lo que hace útil al carro.
Se moldea la arcilla para hacer la vasija,
pero de su vacío
depende el uso de la vasija.
Se abren puertas y ventanas
en los muros de una casa,
y es el vacío
lo que permite habitarla.
En el Ser centramos nuestro interés,
pero del No-Ser depende la utilidad.

Capítulo 12:

Las Superficiales Distracciones
_______________________________

Los cinco colores ciegan al hombre.
Los cinco sonidos ensordecen al hombre.
Los cinco sabores embotan al hombre.
La carrera y la caza ofuscan al hombre.
Los tesoros corrompen al hombre.
Por eso, el sabio atiende al vientre
y no al ojo.
Por eso, rechaza esto y prefiere aquello.

Capítulo 13:

La Ansiedad y sus Desconcicertos
________________________________

«El favor y la desgracia inquietan por igual».
«La fortuna es un gran dolor como nuestro cuerpo».
¿Qué quiere decir: favor y desgracia inquietan
por igual ?
El favor eleva y la desgracia abate.
Conseguir el favor es la inquietud.
Perderlo es la inquietud.
Este es el sentido de
«favor y desgracia inquietan por igual»
¿Qué quiere decir: la fortuna es un gran dolor como
nuestro cuerpo?
La causa por la que padezco dolor es mi propio cuerpo.
Si no lo tuviese,
¿qué dolor podría sentir?
Por esto, quien estime al mundo igual a la fortuna de
su propio cuerpo,
puede gobernar el mundo.
Quien ame al mundo como a su propio cuerpo,
se le puede confiar el mundo.

Capítulo 14:

La Universalidad Trascendente del Tao
_____________________________________

Se le llama invisible porque mirándole
no se le ve.
Se le llama inaudible porque escuchándole
no se le oye.
Se le llama impalpable porque tocándole
no se le siente.
Estos tres estados son inescrutables
y se confunden en uno solo.
En lo alto no es luminoso,
en lo bajo no es oscuro.
Es eterno y no puede ser nombrado,
retorna al no-ser de las cosas.
Es la forma sin forma
y la imagen sin imagen.
Es lo confuso e inasible.
De frente no ves su rostro,
por detrás no ves su espalda.
Quien es fiel al Tao antiguo
domina la existencia actual.
Quien conoce el primitivo origen
posee la esencia del Tao.

Capítulo 15:

Cualidades de los Sabios
________________________

Los sabios perfectos de la antigüedad
eran tan sutiles, agudos y profundos
que no podían ser conocidos.
Puesto que no podían ser conocidos,
sólo se puede intentar describirlos:
Eran prudentes, como quien cruza un arroyo en invierno;
cautos, como quien teme a sus vecinos por todos lados;
reservados, como un huésped;
inconstantes, como el hielo que se funde;
compactos, como un tronco de madera;
amplios, como un valle;
confusos, como el agua turbia.
¿Quién puede, en la quietud, pasar lentamente de lo
turbio a la claridad?
¿Quién puede, en el movimiento, pasar lentamente
de la calma a la acción?
Quien sigue este Tao
no anhela la abundancia.
Por no estar colmado
puede ser humilde,
eludir lo vulgar
y alcanzar la plenitud.

Capítulo 16:

La Introspección es la Premisa del Tao
______________________________________

Vacía tu mente de deseos y ambiciones
para conservar la paz.
De la aparición bulliciosa de todas las cosas,
contempla su retorno.
Todos los seres crecen agitadamente,
pero luego, cada uno vuelve a su raíz.
Volver a su raíz es hallar el reposo.
Reposar es volver a su destino.
Volver a su destino es conocer la eternidad.
Conocer la eternidad es ser iluminado.
Quien no conoce la eternidad
camina ciegamente a su desgracia.
Quien conoce la eternidad
da cabida a todos.
Quien da cabida a todos es universalista.
Quien es universalista es parte de la Naturaleza.
Quien es parte de la Naturaleza es como el Tao
Quien es como el Tao alcanza la inmortalidad,
ya que el cuerpo perecerá, pero el Tao no.

Capítulo 17:

Relaciones entre La Gente y Los Líderes
_______________________________________

De los buenos líderes, la gente no nota su existencia.
A los no tan buenos, la gente les honrará y alabará.
A los mediocres, les temerán
y a los peores les odiarán.
Cuando se haya completado el trabajo de los mejores líderes,
la gente dirá: «lo hemos hecho nosotros»

Capítulo 18:

Consecuencias de la Pérdida del Tao
___________________________________

Cuando se abandona el Tao
aparecen la «ética» y la «moral».
Con la «verdad» y la «justicia»
surgen los grandes hipócritas.
Cuando no existe armonía entre los parientes,
hablan de «lealtad a la familia» y de «honrar a los padres».
Cuando hay revueltas en el reino,
aparecen el «patriotismo» y el «nacionalismo»,
inventando así la fidelidad del buen súbdito.

Cuando el Tao se pierde aparece la falsedad.

Capítulo 19:

SI a la Sencillez Natural;
NO a los Valores Superficiales
______________________________

Prescribe la sabiduría, descarta la santidad,
y el pueblo se beneficiará cien veces.
Prescribe la bondad humana, descarta la moralidad,
Y el pueblo será abnegado y compasivo.
Prescribe la habilidad, descarta el provecho,
y así bandidos y ladrones desaparecerán.
Pero estas tres normas no bastan.
Por esto, atiende a lo sencillo y genuino,
reduce tu egoísmo, y restringe los deseos.

Capítulo 20:

La Gente solo se Distrae;
Solo El Sabio Piensa
_________________________

Suprime el adoctrinamiento y no habrá preocupaciones.
¿Qué diferencia hay entre el sí y el no?
¿Qué diferencia hay entre el bien y el mal?
¡El dicho “lo que otros evitan, yo también deberé evitar”
cuán falso y superficial es!
No es posible abarcar todo el saber.
Todo el mundo se distrae y disfruta,
como cuando se presencia un gran sacrificio,
o como cuando se sube a los jardines de una torre en primavera.
Sólo yo doy cabida a la duda,
no copiando lo que otros hacen,
como un recién nacido que aún no sabe sonreír.
Como quien no sabe a dónde dirigirse,
como quien no tiene hogar.
Todo el mundo vive en la abundancia,
sólo yo parezco desprovisto.
Consideran mi mente como la de un loco
por sentir umbrías confusiones y críticas.
Todo el mundo brilla porque solo las luces buscan,
sólo yo me atrevo a transitar por las tinieblas.
Todo el mundo se conforma con su felicidad,
sólo yo me adentro en mi depresión.
Soy como quien deriva en alta mar,
voy contra la corriente si un rumbo predestinado.
Todo el mundo es puesto en algún uso;
sólo yo soy un ermitaño intratable y aburrido.
Sólo yo soy diferente a todos los demás
porque aprecio a la Madre Naturaleza que me nutre.

Capítulo 21:

El Método del Tao para alcanzar el Conocimiento
_______________________________________________

El Sabio adquiere el Conocimiento al seguir al Tao.
El Tao es algo confuso e intangible.
Es confuso e intangible, pero adquiere formas.
Es confuso pero poderoso porque abarca muchas cosas.
Es profundo y caótico pero contiene una esencia.
Esta esencia es la Verdadera Naturaleza.
Desde los tiempos más remotos hasta hoy,
jamás se ha podido prescindir de los nombres
para entender las cosas.
¿Cómo se puede entonces conocer la Verdadera Naturaleza?
A través de ella misma.

Capítulo 22:

El Sabio fomenta el Bien Común y la Justicia Social
___________________________________________________

Lo humillado será engrandecido.
Lo inclinado será enderezado.
Lo vacío será lleno.
Lo envejecido será renovado.
Al que menos tenga, más se le dará.
Al que más tenga, más le será quitado.
Lo sencillo y puro será alcanzado,
pero lo complicado y extenso causará confusión.
Por esto, el sabio abraza la unidad
y es el modelo del mundo.
Destaca porque no se exhíbe.
Brilla porque no se guarda.
Merece honores, porque no se ensalza.
Posee el mando, porque no se impone.
Nadie le combate porque él a nadie oprime.
“Si eres humilde, te conservarás resplandeciente”
dice un antiguo proverbio.
¿Quién es capaz de considerar vanas estas palabras?
Pues por esto mismo, el sabio preservará su grandeza.

Capítulo 23:

Lo único Permanente es el Cambio
________________________________

Hablar poco es lo natural.
Un huracán no dura toda la mañana.
Un aguacero no dura todo el día.
¿Quién hace estas cosas?
El cielo y la tierra.
Sí las cosas del cielo y la tierra
no pueden durar eternamente,
¿cómo pretende el hombre que sus cosas sí lo hagan?
Así, quien acepta al Tao
se une al Tao.
Quien acepta la virtud,
se une a la virtud.
Quien acepta la pérdida,
se une a esa pérdida.
Quien se identifica con una de estas cosas,
por ella es acogido y podrá avanzar plenamente.
Ábrete al Tao,
después confía en tus respuestas naturales
y todo encajará en su sitio.

Capítulo 24:

La Contraproducencia de la Superfluidad
_______________________________________

Quien se sostiene de puntillas no permanece mucho tiempo en pie.
Quien da largos pasos no puede ir muy lejos.
Quien quiere brillar
no alcanza la iluminación.
Quien pretende ser alguien
no lo será naturalmente.
Quien se ensalza no merece honores.
Quien se vanagloria
no realiza ninguna obra.
Para los seguidores del Tao, estos excesos son como excrecencias
y restos de basura que a todos repugnan.
Por eso, quien posee el Tao
no se detiene en ellos, sino que los rechaza.

Capítulo 25:

La Naturaleza Universal del Tao
_______________________________

Aún antes que el Cielo y la Tierra, existía algo
indefinido pero completo en sí mismo; este Caos inagotable
era único e ilimitado: sin sonido, sin forma,
de nada depende y permanece inalterado,
se lo puede considerar el origen del Universo.
No sé su nombre,
pero lo llamo Tao.
Si me esfuerzo en darle otro nombre
lo llamo «grande».
Es grande porque se extiende.
Su expansión le lleva lejos.
La lejanía le hace retornar.
El Tao, pues, es grande y el Cielo es grande.
La Tierra es grande y también lo es el Hombre.
En el Universo hay cuatro cosas grandes,
y el Hombre es una de ellas.
El Hombre fluye de la Tierra.
La Tierra fluye del Cielo.
El Cielo fluye del Tao.
El Tao fluye por si mismo.

Capítulo 26:

Calma y Concentración:
Premisas para alcanzar la Sabiduría
___________________________________

Lo pesado es la raíz de lo ligero.
La calma somete a lo agitado.
Así, el sabio cuando viaja
no se aleja de la caravana.
Aunque pudiera divagar por los paisajes más excelsos,
conserva su paz y se hace superior.
¡Cuanta más atención debería poner el señor
del imperio en la esfera terrestre de su persona,
en vez de ocuparse de sus diez mil carruajes!
Quien se comporta superficialmente
pierde la raíz de su poder.
Quien se ofusca,
se pierde a sí mismo.

Capítulo 27:

Características de la Iluminación del Sabio
___________________________________________

Un buen caminante no deja huellas.
Un buen orador no se equivoca ni ofende.
Un buen contable no necesita útiles de cálculo.
Un buen cerrajero no usa barrotes ni cerrojos,
y nadie puede abrir lo que ha cerrado.
Quien ata bien no utiliza cuerdas ni nudos,
y nadie puede desatar lo que ha atado.
Así, el sabio siempre ayuda a los hombres,
por eso a nadie desampara.
El sabio siempre salva a las cosas,
por eso a ninguna descuida.
De él se dice que está deslumbrado por la luz.
Por esto, el hombre bueno no se considera maestro
de los hombres, sino que les enseña;
y el hombre que no es bueno estima como buenas las
riquezas que de los hombres obtiene.
No amar el magisterio ni la materia de los hombres,
y aparentar ignorancia, siendo iluminado,
Este es un principio esencial del Tao.

Capítulo 28:

Equilibrio entre los Opuestos;
Retorno al Orden Natural
______________________________

Conoce la fuerza del hombre,
aunque conserva la suavidad de una mujer.
Sé la corriente del universo.
Siendo la corriente del universo,
La verdad y el no desvío se torna inocente
Como un niño pequeño.
Conoce el blanco, aunque conserva el negro.
Sé un ejemplo para el cosmos.
Siéndolo, cada verdad y no desvío
regresa al infinito.
Conoce el honor, conserva la humildad.
Sé el valle del universo.
Mientras seas como el valle del universo
la virtud eterna te colmará
y retornarás a la sencillez.
Al volver a la sencillez se regresa a lo primordial, al tronco en bruto,
y en manos del sabio, el tronco es convertido en utencillos.
Estos utencillos son funcionarios del sabio,
por eso el Sabio no destruye el tronco,
sino que lo convierte en herramientas útiles para el mundo.

Capítulo 29:

La Dialéctica del Mundo y su Naturaleza Acrática
________________________________________________

Quien pretende el dominio del mundo
y mejorar éste,
se encamina al fracaso.
El mundo es tan sagrado y vasto que no puede ser dominado.
Quien lo domina lo empeora,
quien lo tiene lo pierde.
Porque, en el mundo todo tiene su tiempo y lugar,
unas cosas van por delante, otras por detrás.
A veces soplan suavemente, otras con fuerza.
Unas cosas son vigorosas, otras débiles.
A veces permanecen, otras veces caen.
Por esto, el sabio rechaza todo exceso,
desecha los absolutos
y descarta toda exhuberancia.

Capítulo 30:

Armas de Doble Filo
___________________

Quien gobierna ateniéndose al Tao
no intenta dominar el mundo mediante la fuerza de las armas.
Está en la naturaleza de las armas militares volverse
contra los propios hombres que las crearon.
Donde se estacionan los ejércitos, sólo crecen después zarzas y espinos.
Durísimos años de hambruna de seguro seguirán a una gran guerra.
Así, el sabio busca el progreso de su pueblo,
y no el dominio de los pueblos vecinos.
Por eso no intenta conquistar por la fuerza.
Sin jactancia,
Sin obstinación,
Sin enriquecerse,
Ese es el método del sabio,
Porque expandirse excesivamente es precipitar el decaimiento,
y esto es contrario al Tao, y lo que es contrario al Tao
generará su propia destrucción.

Capítulo 31:

Guerra Nefasta
______________

Las armas son instrumentos nefastos.
El hombre del Tao nunca se sirve de ellas.
El hombre de bien considera a la izquierda
como sitio de honor,
pero se inclina a la derecha cuando porta armas.
El sabio prefiere la izquierda.
El soldado prefiere la derecha.
Las armas son instrumentos nefastos,
no adecuados para el hombre de bien.
Sólo las usa en caso de necesidad,
y lo hace comedidamente,
sin alegría en la victoria.
El que se alegra de vencer
es el que goza con la muerte de los hombres.
Y quien se complace en matar hombres
no puede prevalecer en el mundo.
Para los grandes acontecimientos
el sitio de honor es la izquierda,
y la derecha para los hechos luctuosos.
En el ejército,
El comandante adjunto se coloca a la izquierda,
El comandante en jefe, a la derecha.
Esta es la misma disposición que se usa en los ritos fúnebres.
Esto significa que la guerra se compara a un servicio funerario.
Cuando ha sido matada mucha gente,
sólo es justo que los supervivientes lloren por los muertos.
Por esto, incluso una victoria es un funeral.

Capítulo 32:

La Eternidad del Tao
____________________

El Tao, en su eternidad, carece de nombre.
Aunque mínimo en su unidad,
nada en el mundo puede subyugarle.
Si los príncipes y los reyes
se tornaran al Tao
los diez mil seres serían agasajados
como huéspedes de honor.
El cielo y la tierra
se unirían para llover dulce rocío.
El pueblo, sin gobierno
por sí mismo se ordenaría con equidad.
Cuando en el principio se dividió, dió formas a las diez mil cosas,
y a estas cosas se les dió nombres.
Demasiados nombres ahora hay, llegando así la hora de detenerse
para resguardarse del peligro.
El Tao en el universo
es comparable
al  torrente de un valle que fluye
hacia el rio y el mar.

Capítulo 33:

Discernimientos Extrínsecos e Intrínsecos
_________________________________________

El que conoce a los demás es inteligente.
El que se conoce a sí mismo es iluminado.
El que domina a los demás es fuerte.
El que se domina a sí mismo es poderoso.
El que se contenta es rico.
El que se esfuerza sin cesar es voluntarioso.
El que permanece en su puesto, vive largamente
El que muere y no perece, es eterno.

Capítulo 34:

Ecuanimidad y Abnegación Natural del Tao
________________________________________

El Gran Tao es como un río que fluye en todas las direcciones.
Los diez mil seres y las diez mil cosas le deben la existencia
y él a ninguno se la niega.
El Tao cumple su propósito sin apropiarse de nada.
Cuida y alimenta a los diez mil seres
sin adueñarse de ellos.
Carece de ambiciones,
por eso puede ser llamado pequeño.
Los diez mil seres retornan a él sin que los reclame,
y por eso puede ser llamado grande.
De la misma forma, el sabio nunca se considera grande,
y así, perpetúa su grandeza.

Capítulo 35:

El Tao no es Agradable, pero es Útil
____________________________________

El que obtenga la Gran Forma Original
adquirirá el paradigma para el mundo.
El mundo no sufrirá mal alguno
y quedará en paz, prosperidad y equilibrio.
La música y los manjares
detienen al caminante,
pero lo que exhala el Tao
no tiene sabor.
Se mira el Tao y no complace a la vista.
Se escucha el Tao y no complace al oído.
Se bebe del Tao y es inagotable.

Capítulo 36:

El Misterio Oculto
__________________

Para que algo sea contraído,
antes debe ser expandido.
Para que algo sea debilitado,
antes debe ser fortalecido.
Para que algo sea destruido,
antes debe ser levantado.
Para que alguien obtenga algo,
antes alguien debe haberlo dado.
Este es el Misterio Oculto.
Lo tierno y lo débil
vencen lo duro y fuerte.
Los peces no deben salir de las profundidades de las aguas,
al igual que el reino no debe exhibir sus armas.

Capítulo 37:

El Deseo Codicioso Impide la Evolución del Mundo
________________________________________________

El Tao, por su naturaleza, no actúa,
pero nada hay que no sea hecho por él.
Si los príncipes y los reyes
pudieran adherírsele,
todos los seres evolucionarían por sí mismos.
Si al evolucionar aún persistiera el deseo codicioso,
yo los retornaría a la simplicidad sin nombre.
En la simplicidad sin nombre no existe el deseo.
Sin deseos es posible la paz
y el mundo se ordenaría por sí mismo.

Capítulo 38:

Utilidad de la Virtud del Tao;
Inutilidad de la Corte y la Religión
____________________________________

La virtud superior no se precia de virtuosa,
esa es su virtud.
La virtud inferior aprecia su propia virtud,
por eso no tiene virtud.
La virtud superior no actúa por intereses personales.
La virtud inferior sí actúa por intereses personales.
La bondad actúa sin requerir de motivaciones para hacerlo.
La justicia actúa, pero requiere de motivaciones para hacerlo.
El ritual actúa
y, al no hallar respuesta, la impone por la fuerza.
Así, perdido el Tao, queda la virtud.
Perdida la virtud, queda la bondad.
Perdida la bondad, queda la justicia.
Perdida la justicia, queda el ritual.
El ritual es sólo la apariencia de la fe y la lealtad,
pero es en realidad el origen de todo desorden y confusión.
La precognición es sólo una flor del Tao
y suele dar origen a la necedad.
Así, el sabio
observa lo profundo y no lo superficial.
Se atiene al fruto y no a la flor,
rechaza esto y prefiere aquello.

Capítulo 39:

Unidad como base de la Prosperidad;
Humildad como base de la Grandeza
___________________________________

De las cosas antiguas no faltan las que alcanzaron la Unidad:
El Cielo alcanzó la Unidad y se hizo diáfano;
La Tierra alcanzó la Unidad y se volvió tranquila;
El Chi alcanzó la Unidad y se hizo poderoso;
Los manantiales alcanzaron la Unidad y quedaron colmados;
Los diez mil seres alcanzaron la Unidad y pudieron reproducirse;
Los reyes y príncipes alcanzaron la Unidad y se
convirtieron en gobernantes soberanos del mundo.
Todos ellos son lo que son en virtud de la Unidad.
Si el Cielo no fuera diáfano, estallaría en pedazos;
Si la Tierra no estuviera tranquila, se derrumbaría en fragmentos;
Si los manantiales no estuvieran colmados, se secarían;
Si el Chi no fuera poderoso, dejaría de existir;
Si los diez mil seres no pudieran reproducirse,
acabarían por extinguirse;
Si los reyes y príncipes no fueran los gobernantes soberanos, vacilarían y caerían sus imperios.
Por esto, lo humilde es la raíz de la nobleza.
Por sobre el pueblo se funda la aristocracia.
Es por esto por lo que reyes y príncipes se denominan a sí mismos
«El Desvalido», «El Ignorante» y «El Indigno».
Esto es porque ellos saben que dependen del humilde.
Por lo tanto, el honor máximo es de aquel que no lo pretende.
El Sabio no prefiere ser como el jade,
sino como el más vulgar guijarro.

Capítulo 40:

La Mutabilidad del Tao
______________________

La transmutación de los contrarios
es el movimiento del Tao.
La flexibilidad es la manifestación del Tao.
Los diez mil seres han nacido del Ser
y el Ser ha nacido del No-Ser.

Capítulo 41:

El Conocimiento del Tao requiere de
una Actitud Mental Seria y Comprometida
_______________________________________

Los estudiantes sabios escuchan al Tao
y lo practican diligentemente.
Los estudiantes mediocres escuchan al Tao
y lo abandonan una y otra vez.
Los estudiantes vulgares escuchan al Tao
y se ríen de él.
Si gente como esa no se riera,
el Tao no sería lo que es.
En consecuencia se dice que:
El pasado brillante parece empañado.
Progresar parece retroceder.
El modo fácil parece arduo.
La mayor Virtud parece vacía.
La gran pureza parece sombría.
La Virtud más sana parece inadecuada.
La fuerza de la Virtud parece frágil.
La Virtud real parece irreal.
El perfecto cuadrado parece sin ángulos.
Los grandes talentos maduran tarde.
Las notas más agudas son difíciles de oír.
Las más grandes formas no tienen forma.
El Tao es oculto y sin nombre.
Sólo el Tao alimenta y
logra que todo se realice.

Capítulo 42:

Mutación Perpetua
_________________

El Tao engendra al Uno,
El Uno engendra al Dos,
El Dos engendra al Tres.
El Tres engendra a los diez mil seres.
Los diez mil seres llevan el Yin en sus espaldas y el Yang en sus frentes,
Y la armonía de su Chi depende del equilibrio de estas dos fuerzas.
Los hombres aborrecen la soledad, la pobreza, la indignidad,
y estos nombres los usan los soberanos para sus títulos.
Porque unos ganan perdiendo, y otros pierden ganando.
Yo enseño lo que otros han enseñado:
«el hombre que vive violentamente, morirá violentamente».
Esta es la guía de mi enseñanza.

Capítulo 43:

Meditación y No-Restricción:
Aprendizaje y Desarrollo Sin Límites
____________________________________

Lo más blando del mundo
vence a lo más duro.
La nada penetra donde no hay resquicio.
Por esto conozco la utilidad del no-interferir.
Pocas cosas bajo el cielo son tan instructivas como las lecciones del silencio,
o tan beneficiosas como los frutos del no-interferir.
Pocos en el mundo llegan a comprenderlo.

Capítulo 44:

Armonía con la Naturaleza
_________________________

¿Qué es más íntimo a nuestra naturaleza,
la fama o el propio cuerpo?
¿Qué es más apreciable, la salud o la riqueza?
¿Qué nos duele más,
ganar una cosa o perder la otra?
Quien se apega a las cosas, mas sufre por ellas.
Quien acumula muchas cosas, mas peligra de perderlas.
Quien se contenta con lo justo nunca es agraviado.
Quien sabe medirse no sufre peligros
y vivirá largamente.

Capítulo 45:

Al Orden Natural se lo suele Rechazar,
por considerársele Inusual
______________________________________

La Gran Perfección parece insuficiente,
pero surte un efecto infinitamente eficaz.
La Gran Plenitud es de apariencia vacía,
pero su acción es inagotable.
La Gran Rectitud es en apariencia torcida.
La Gran Habilidad es en apariencia torpe.
La Gran Elocuencia es en apariencia incongruente.
El movimiento vence al frío.
La quietud vence al calor.
Lo pacífico y sereno son las cosas que restauran
el orden del Universo.

Capítulo 46:

La Ambición es la generadora de la Calamidad
____________________________________________

Cuando el Tao reina en el mundo
los caballos de guerra acarrean estiércol.
Cuando no hay Tao en el mundo
Los campos se usan para criar caballos de guerra.
No hay mayor error que consentir los deseos.
No hay mayor desgracia que ser insaciable.
No hay mayor vicio que ser codicioso.
Quien sepa moderarse al obtener lo suficiente,
siempre estará saciado.

Capítulo 47:

El Conocimiento no se obtiene de la
Apariencia Exterior, sino de la Esencia Interior
________________________________________________

Sin salir de la puerta
se conoce el mundo.
Sin mirar por la ventana
se ve el camino del cielo.
Cuanto más lejos se va,
menos se aprende.
Así, el sabio,
No da un paso y llega,
No mira y conoce,
No interfiere y cumple.

Capítulo 48:

Conocimiento, Humildad y Emancipación
_____________________________________

Al buscar conocimiento mediante el estudio,
cada día se adquiere algo.
Al buscar conocimiento mediante el Tao,
cada día hay que desprenderse de algo.
Desprendiendose de cada vez más
se llega al estado de la No-Interferencia.
Al No-Interferir
nada se deja sin hacer.
El mundo debe regirse dejando que las cosas fluyan.
Nada puede ser regido interfiriendo contra las cosas.

Capítulo 49:

Abnegación y Educación:
Premisas del Sabio
_______________________

El Sabio no tiene intereses propios,
Hace suyos los intereses del pueblo.
Es bueno con los buenos
y también con los que no son buenos,
y así consigue que estos se tornen a la bondad.
Confía en el sincero
y también en los que no son sinceros,
y así consigue que estos se vuelvan dignos de confianza.
El Sabio vive en el respeto de todos.
Fusiona su mente con el mundo.
Las cien familias dirigen sus oídos y sus ojos hacia él,
Y él los educa como si fueran sus hijos.

Capítulo 50:

Secretos de la Vida
___________________

Vivir es llegar y morir es volver.
Tres hombres de cada diez caminan hacia la vida.
Tres hombres de cada diez caminan hacia la muerte.
Tres hombres de cada diez mueren en el ansia de vivir.
Esto es porque viven sus vidas frenéticamente.
¿Cómo puede entonces sobrevivir el décimo hombre?
El hombre que sabe vivir
viaja sin temor a los búfalos y a los tigres,
y va desarmado al combate.
El búfalo no encuentra donde hincarle el cuerno,
El tigre no encuentra donde clavarle su garra,
El arma del enemigo no encuentra donde hundir su filo.
¿Por qué?
Porque este hombre desechó sus puntos débiles,
burlando así su destino de morir.

Capítulo 51:

Mutaciones del Tao y el Te:
Continuidad Natural de la Vida
______________________________

El Tao engendra.
La virtud nutre.
La materia conforma.
La Energía perfecciona.
Por esto, los diez mil seres
respetan al Tao
y honran la virtud.
Este respeto al Tao y honor a la Virtud
no ha de ser impuesto por nadie, sino que es espontáneo,
por ser la propia naturaleza.
Porque el Tao los engendra,
la virtud los nutre,
los hace crecer, los perfecciona,
los conserva, los madura
y los protege.
Engendrar y criar,
Engendrar sin apropiarse,
Obrar sin pedir nada a cambio,
Guiar sin dominar,
Esta es la Gran Virtud.

Capítulo 52:

El Conocimiento del Origen Común
permite Perpetuar la Vida
________________________________

Todo cuanto existe tuvo un Origen Común.
Este Origen es la madre del Universo.
Quien conoce a la madre
conoce a los hijos.
Quien conoce a los hijos
preserva a la madre
y su vida no correrá peligro.
Quien tapa los orificios,
y cierra las puertas,
vivirá sin problemas.
Quien abre los orificios,
y aumenta sus trabajos,
vivirá su vida asediado.
Ser lúcido es ver lo ínfimo.
Guiarse por lo flexible otorga fortaleza.
Usar la luz,
retornar y restituir la Iluminación.
No abandonar la vida de uno a la calamidad.
De esta manera, se practica la eternidad.

Capítulo 53:

El Lujo y la Riqueza son contrarios al Tao
___________________________________________

Quisiera poseer la sabiduría
para poder marchar por el Gran Camino
sin temor a desviarme.
El Gran Camino es llano y recto,
pero la gente elige los senderos tortuosos.
Cuando la corte imperial se adorna de esplendor,
los campos se llenan de malas hierbas
y los graneros quedan vacíos.
Los barones y reyes visten ropas lujosas,
Tienen mas posesiones de las que llegan a usar,
se hartan de bebida y de manjares,
Acumulan tesoros y riquezas en exceso.
Son gobernantes-ladrones.
Robar y ostentar no es seguir al Tao.

Capítulo 54:

Conocer la Realidad para cultivar la Virtud
___________________________________________

Lo que está bien arraigado no será arrancado.
Lo que está bien abrazado no será soltado.
Será honrado de generación en generación.
Si la cultivas en tí mismo,
la virtud será verdadera.
Si la cultivas en tu familia,
la virtud será abundante.
Si la cultivas en tu pueblo,
la virtud será grande.
Si la cultivas en el Estado,
la virtud será poderosa.
Si la cultivas en el mundo,
la virtud será universal.
Por esto, conoce a otros por sí mismos;
Mira a la familia como familia.
Mira al pueblo como pueblo.
Mira al Estado como Estado.
Mira al universo como universo.
¿Cómo puedo entonces conocer el mundo?
Porque lo veo por mi mismo.

Capítulo 55:

La Perfecta Armonía
___________________

Quien alcanza la mayor virtud
es como un recién nacido.
Los reptiles venenosos no le pican.
Las fieras salvajes no le atacan.
Las aves rapaces no le arrebatan.
Tiene blandos los huesos
y débiles los tendones,
pero agarra firmemente.
Ignora la unión de los sexos,
pero posee la íntegra plenitud de su hombría.
Grita todo el día,
pero no enronquece;
porque posee la perfecta armonía.
Conocer la armonía es eternidad.
Conocer la eternidad es ser iluminado.
Precipitar el crecimiento de la vida es nefasto.
Reprimir la Energía causa esfuerzo.
Si demasiada Energía es usada, le sigue el agotamiento.
Los diez mil seres, cuando crecen demasiado,
empiezan a envejecer.
Esto ocurre a todo lo contrario al Tao,
y lo que es contrario al Tao generará su propia destrucción.

Capítulo 56:

La Misteriosa Totalidad
_______________________

El que sabe no habla.
El que habla no sabe.
Habla solo lo necesario,
Controla tus emociones,
Simplifica los problemas,
Deshazte de la confusión,
Atenúa tu resplandor,
Identifícate con el polvo,
Esta es la Misteriosa Totalidad.
Quien ha alcanzado este estado,
No se preocupa por el amor o el odio,
ni por el auge o el fracaso.
A la Misteriosa Totalidad,
No se le puede atraer;
no se le puede rechazar;
no se le puede beneficiar;
no se le puede perjudicar;
no se le puede honrar;
Por eso, es lo máximo que un hombre podrá alcanzar.

Capítulo 57:

El Gobierno y su Legalidad
son los causantes de la Ignominia
_________________________________

Se gobierna al Estado con leyes ordinarias.
Se lucha en la guerra con tácticas extraordinarias.
Pero solo con la no-interferencia se ganará el mundo.
¿Cómo lo sé?
Porque he visto esto:
Cuantas más restricciones se imponen y más artificiales
son los tabúes que hay en el mundo,
más se empobrece la gente.
Cuantas más armas y soldados existen,
mas desorden y conflicto hay en el reino.
Cuanto más oportunistas son los hombres,
mas cosas nefastas ocurren.
Cuanta más prominencia se dá a las leyes y regulaciones,
más ladrones y bandidos aparecen.
Por eso el sabio dice:
Yo no causo interferencia,
y así el pueblo por sí mismo progresa.
Yo fomento la quietud,
y así el pueblo por sí mismo prospera.
Yo no emprendo ningún negocio,
y así el pueblo por sí mismo se enriquece.
Yo nada deseo,
y así el pueblo por sí mismo retorna a la sencillez.

Capítulo 58:

El Gobierno ejerce la Restricción
El Sabio ejerce la No-Restricción
_________________________________

Cuando el gobierno es discreto,
el pueblo es diligente.
Cuando el gobierno es vigilante,
el pueblo es indolente.
La desdicha tiene su origen en la dicha.
La dicha acecha a la desdicha.
Lo supremo es no dar órdenes
¿Pero quien se da cuenta de ello?
Lo correcto se convierte en incorrecto
y el bien se convierte en calamidad.
Pero el hombre no lo entiende,
porque desde hace tiempo es engañado.
Por eso el sabio es recto pero no tajante,
es anguloso pero no hiriente,
es firme pero no insolente,
es iluminado pero no encandila.

Capítulo 59:

Moderación, Virtud y Mutación Perpetua:
Premisas del Tao para reestablecer la Armonía Universal
_______________________________________________________

Para gobernar al pueblo en armonía con el Universo,
lo mejor es la moderación.
La moderación implica renunciar a intereses personales.
Quien consigue pronto la moderación,
acumula mucha virtud.
Con la virtud acumulada,
vencerá en todo.
Venciendo en todo,
llegará a límites insospechados.
Al no guiarse por límites se puede ser un gran guía.
Un gran guía puede poseer la Madre del reino, y
puede ser perdurable en ello.
El Tao implica adquirir raíces profundas y bases firmes.
Esto conlleva a una larga vida con la visión de la Mutación Perpetua.

Capítulo 60:

Gobernar con el Tao
___________________

Se debe gobernar un gran Estado
tal como se fríen los pececillos, con cuidado
para que no se desentrañen.
Si se gobernara el mundo con el Tao,
el mal no tendría poder.
No porque el mal careciera de poder,
sino porque éste no dañaría a los hombres.
El mal no dañaría a los hombres,
y tampoco el sabio los dañaría.
Si no se atacaran mutuamente, unirían sus Energías
y así ambos aumentarían su Poder.

Capítulo 61:

El Beneficio Mutuo requiere de Diplomacia
_________________________________________

Un gran reino es como un cauce profundo
hacia el que todo fluye.
Es como la hembra del mundo.
La hembra,
domina al macho al mostrarse cautelosa con él.
un gran reino, mostrándose cauteloso,
adquiere un reino pequeño.
Un reino pequeño, mostrándose cauteloso,
adquiere un gran reino.
Por lo tanto, uno adquiere mostrándose cauteloso,
el otro adquiere mostrándose cauteloso.
Un gran reino, sin sobrepasar sus fronteras,
reúne a todos y los nutre.
Un reino pequeño, sin sobrepasar sus fronteras,
sirve a la gente.
Asi, ambos reciben lo que desean.
Para provecho de ambos y el logro de sus deseos,
el más grande debe mostrarse cauteloso.

Capítulo 62:

El Tao es la Magnanimidad Interior de Todos los Seres
_____________________________________________________

El Tao se halla oculto en lo más profundo
de los diez mil seres.
Es el tesoro del hombre bueno,
y el amparo del que no es bueno.
Las bellas palabras ganan honores,
los bellos actos elevan al hombre.
Así, al coronarse un emperador,
y nombrar a sus tres ministros,
mejor que llevar jade en las manos,
y presentar la cuadriga,
vale más cumplir con el Tao.
Los antiguos estimaban al Tao, y por eso buscaban poseerle
y evitar el ofenderle.
Esto es porque el Tao es lo máximo que un hombre podrá alcanzar.

Capítulo 63:

El Te se halla en Todas las Cosas;
Se lo puede usar para Superar las Dificultades
______________________________________________

Actuar y no actuar,
realizar y no realizar,
sabroso e insípido,
grande y pequeño,
mucho y poco,
en todo rige la virtud.
Acomete la dificultad por su lado más fácil.
Ejecuta lo grande comenzando por lo más pequeño.
Las cosas más difíciles se hacen siempre abordándolas
en lo que es más fácil,
y las cosas grandes en lo que es más pequeño.
Por eso el sabio nunca realiza cosas grandes,
y así es como puede llevar a cabo grandes cosas.
El que promete a la ligera,
no cumple con su promesa.
El que todo lo encuentra fácil,
hallará la vida difícil.
Por eso, el sabio en todo considera la dificultad,
y en nada la halla.

Capítulo 64:

No Interferir contra el Orden Natural de las Cosas
__________________________________________________

Lo que está en reposo es fácil de retener.
Lo que no ha sucedido es fácil de resolver.
Lo que es frágil es fácil de romper.
Lo que es pequeño es fácil de dispersar.
Prevenir antes de que suceda,
y ordenar antes de que aparezca el desorden.
El árbol que casi no puede rodearse con los brazos,
brotó de una semilla minúscula.
La torre de nueve pisos,
comenzó siendo un montón de tierra.
Un viaje de mil leguas,
comienza con el primer paso.
Al manejar sus asuntos, la gente suele estropearlos
justo al borde de su culminación.
Prestando total atención al principio y con paciencia al final,
nada se echa a perder.
Por eso, el Sabio carece de deseos,
no codicia los bienes de difícil alcance,
aprende a olvidar lo que le habían inculcado.
Le devuelve a los hombres la fluidez que han perdido,
y así, sin dominarlos,
favorece la evolución natural de los diez mil seres.

Capítulo 65:

El Adoctrinamiento Desarmoniza;
La Misteriosa Virtud Armoniza
_______________________________

Los antiguos que seguían el Tao
no necesitaban esclarecer con ello al pueblo,
ya que lo conservaban en su sencillez natural.
El pueblo se volvió dificil de gobernar
cuando recibió el adoctrinamiento.
Quien gobierna adoctrinando
arruina el Estado.
Quien gobierna sin servirse de la astucia
enriquece el Estado.
Conocer estas dos cosas
es conocer la verdadera norma.
Conocer esta norma
es poseer la Misteriosa Virtud.
La Misteriosa Virtud es profunda y extensa;
es lo inverso a todas las cosas,
pero por ella todo se armoniza.

Capítulo 66:

La Humildad del Sabio
_____________________

Los ríos y los mares son los reyes de los Cien Valles
porque se mantienen abajo.
Por esto, pueden ser reyes de todos los valles.
Así, el sabio, si desea estar sobre el pueblo,
baja sus palabras hacia ellos.
Para ser la cabeza del pueblo,
se queda abajo.
Así, el sabio permanece arriba
y el pueblo no siente su peso.
Conserva el primer puesto
sin dejar al pueblo atrás.
Todo el mundo lo alza con entusiasmo
sin cansarse de él.
Como a nadie oprime,
nadie le ataca.

Capítulo 67:

La Sabiduría del Sabio
______________________

Todo el mundo dice que mi Tao es grande
y no lo parece.
Precisamente porque es grande,
pero no lo parece.
Si lo pareciera hubiera dejado de serlo,
y hace mucho tiempo que sería pequeño.
Tengo Tres Tesoros que guardo con cuidado
y vigilo estrechamente:
el primero es la Compasión,
el segundo es la Moderación,
el tercero es la Humildad.
Por la Compasión puedo ser valeroso.
Por la Moderación puedo ser generoso.
Por la Humildad puedo ser el primero, sin parecerlo.
Los hombres de hoy,
quieren ser valerosos sin ser compasivos,
quieren ser generosos sin moderarse,
quieren ser líderes sin ser humildes,
Pues obviamente esto conlleva a la destrucción.
Quien ataca con Compasión, vence.
Quien se defiende con Compasión, resiste.
Los hombres buscan la Compasión en el Cielo, pero
el Cielo busca la Compasión en los hombres.

Capítulo 68:

La Armonía requiere de Modestia
_______________________________

Un buen militar no es belicoso.
Un buen guerrero no es irascible.
Un buen vencedor evita la guerra.
Un buen empleador se supedita ante sus empleados.
Esta es la virtud del no-confrontar,
el método que los hombres deberían aplicar.
Este es el modo más perfecto
de entrar en Armonía con el Cielo.

Capítulo 69:

Combate Cauteloso y solo en caso de Necesidad
_____________________________________________

Los estrategas militares tienen un proverbio:
«Es preferible ser huésped que anfitrión.
Es preferible retroceder un pie
que avanzar una pulgada».
Esto implica no hacer el primer movimiento.
A esto se llama
avanzar sin que lo parezca,
arremangarse sin desnudar los brazos,
capturar al enemigo sin enfrentarse a él,
empuñar las armas como si no estuvieran.
No hay peligro mayor
que subestimar al enemigo,
ya que el que lo hace pierde lo que atesora.
Los que toman las armas para pelear,
llevan la aflicción a muchas casas.

Capítulo 70:

Sabio Rechazado;
Sabiduría Ignorada
__________________

Mis palabras son fáciles de comprender
y fáciles de practicar.
Pero nadie bajo el Cielo las comprende,
y nadie en la Tierra las practica.
Mis palabras tienen orígenes ancestrales,
Mis acciones son disciplinadas,
Pero todos ignoran mis enseñanzas,
porque todos me ignoran a mí.
Raros son los que me siguen
y eso resalta mi valor.
El sabio oculta bajo sus pobres ropajes
piedras preciosas en su corazón.

Capítulo 71:

La Aceptación del Error es el Método para la Depuración
_______________________________________________________

Conocer y no saberlo,
ésta es la perfección.
No conocer y creer saberlo,
éste es el mal.
Conocer el propio mal
es liberarse del mal.
El sabio no tiene mal;
porque lo reconoce, no lo padece.

Capítulo 72:

Corregir el Oprobio requiere de Conocer sus Causas
__________________________________________________

Cuando el pueblo no teme al poder,
es cuando ese poder mas los amenaza.
No condenarlos en casas estrechas,
No atosigarlos en sus trabajos.
No permitir la pena y así no habrá sufrimiento.
por eso, el sabio se conoce
pero no se exhibe.
Se respeta a sí mismo
pero no es arrogante.
Deja esto y sigue aquello.

Capítulo 73:

Ser Valiente pero Prudente:
Normativa necesaria para alcanzar
la Armonía con el Cosmos
_________________________________

El valor del osado le conduce a la muerte.
El valor del prudente le conserva la vida.
Uno es el perjudicado
y el otro el beneficiado.
No todos son favorecidos por el Cielo.
Incluso el sabio se desconcierta ante tal cuestión.
Por eso, el Tao del Cielo es
saber vencer sin batallar,
saber responder sin palabras,
saber acudir sin haber sido llamado,
saber establecer planes sin presura.
Amplia es la red del Cielo
y de anchas mallas,
pero nada se le escapa.

Capítulo 74:

Sentencia de Muerte
___________________

Sí los hombres no temen a la muerte,
¿Cómo atemorizarlos con la muerte?
Pero si temen a la muerte,
como siempre temen,
y el que viola la ley puede ser apresado y ejecutado,
¿quién se atreverá entonces a violar la ley?
Existe siempre un funcionario Ejecutor.
Matar, para el Gran Ejecutor,
es como cortar madera para el maestro carpintero;
será afortunado si no se hiere su propia mano.

Capítulo 75:

Privilegios para el Soberano;
Desgracias para el Pueblo
_____________________________

El pueblo pasa hambre porque sus superiores consumen en exceso sobre lo que recaudan.
Por esta razón el pueblo pasa hambre.
El pueblo se rebela porque sus superiores interfieren demasiado
para así satisfacer sus intereses personales.
Por esta razón el pueblo se rebela.
El pueblo piensa poco en la muerte
porque sus superiores exigen demasiado de la vida.
Por esta razón el pueblo piensa poco en la muerte.
Quien hace mucho por la vida
la vive con mucha dificultad.
y por eso no la puede estimar.

Capítulo 76:

La Flexibilidad de la Vida;
La Rigidez de la Muerte
___________________________

El hombre al nacer es blando y flexible,
y al morir queda duro y rígido.
Las plantas al nacer son tiernas y flexibles
y al morir quedan duras y secas.
Lo duro y lo rígido
son propiedades de la muerte.
Lo blando y flexible
son propiedades de la vida.
Por esto, la fortaleza de las armas
es la causa de su derrota,
y el árbol robusto es derribado por las hachas.
Lo grande y poderoso caerá;
lo humilde y débil se levantará.

Capítulo 77:

El Tao Universal promueve la Igualdad;
La Ley del Hombre genera la Desigualdad
_______________________________________

El Tao del cielo
semeja al que tensa el arco.
Hace rebajar lo alto y hace levantar lo bajo.
Si la cuerda es demasiado larga se la acorta.
Si no hay suficiente cuerda, se la alarga.
El Tao del cielo
es quitar al que le sobra
y dar al que le falta.
La ley del hombre,
sin embargo, es muy distinta:
quita al que le falta
y añade al que le sobra.
¿Qué hombre que tiene de sobra
le daría sus riquezas al mundo?
Sólo el hombre que posee al Tao.
Por eso, el sabio
hace su trabajo sin acumular nada por él,
realiza su obra sin apropiarse de ella,
y no se vanagloria de su sabiduría.

Capítulo 78:

Adaptable como el Agua
______________________

Bajo el cielo no hay nada tan blando y maleable como el agua;
Pero no hay nada como el agua
para erosionar lo duro y rígido.
El agua no es sustituible.
Lo débil puede sobreponerse a lo fuerte;
lo blando puede sobreponerse a lo rígido;
Nadie desconoce esta verdad
pero nadie se atreve a ponerla en práctica.
Por eso el sabio dice:
Aquel que asume la responsabilidad
por todas las corrupciones de un reino,
merece ser su soberano.
Aquel que soporta todos los males de un reino,
puede ser soberano del imperio.
Las palabras de la Verdad parecen paradójicas.

Capítulo 79:

Indulgencia del Sabio;
Imparcialidad del Universo
__________________________

Aunque la paz se haga entre grandes enemigos,
persiste entre ambos algo de rencor.
¿Cómo es posible que esto sea bueno?
Por ello, el sabio guarda la mitad izquierda de su contrato,
pero no pide cuentas a los hombres.
El hombre Virtuoso solo pide a los demás
que cumplan con sus obligaciones.
El hombre que no tiene virtud pide a los demás
que le paguen sus impuestos.
El Tao del Cielo carece de afectos personales,
pero siempre armoniza con los hombres buenos.

Capítulo 80:

Mejor un Pequeño Reino de Paz
que un Gran Reino de Guerra
_____________________________

Un reino pequeño, de poca población,
no emplearía todas sus cosas.
Los habitantes no se aventurarían a una expedición lejana,
por temor a pérdidas graves de vida.
Aunque tuvieran buques y carruajes,
no tendrían necesidad de usarlos.
Aunque tuvieran armas y armaduras,
no necesitarían valerse de estas.
El pueblo volvería a ocuparse
de anudar cuerdas.
Encontraría su comida sencilla pero buena;
sus ropas, finas pero simples;
sus casas, tranquilas y seguras,
sus costumbres sencillas y alegres.
En dos reinos vecinos,
tan cercanos que mutuamente se oirían sus perros y gallos,
los pobladores morirían muy ancianos
sin haberse entrometido nunca los unos con los otros.

Capítulo 81:

La Sabiduría del Tao
____________________

Las palabras veraces no son agradables;
Las palabras agradables no son veraces.
El hombre bueno no gusta de discutir;
El hombre que gusta de discutir, no es bueno.
El sabio no es erudito
y el erudito no es sabio.
El sabio nunca trata de atesorar cosas.
cuanto más vive para los demás, más plena es su vida.
El Tao del Cielo beneficia y no perjudica.
El Tao del Sabio es obrar, no rivalizar.
</pre>
</div>

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[[fi:Tao-te-king]]
[[fr:Tao Te King]]
[[it:Tao Te Ching]]
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도덕경]]
[[pt:Tao Te Ching]]
[[vi:Đạo Đức kinh]]
[[zh:
道德經]]

 

Fuente : Wikisource

(Redirigido desde Tao Te Ching)

 

 

Versión del Dào Dé Jing hallada en Mawangdui.

El Dào Dé Jing (Chino: 道德經 pronunciación ?/iWade-GilesTao Te Ching, también llamado Tao Te King), cuya autoría se atribuye a Laozi (WG Lao Tzu, también trasliterado como Lao Tse, «Viejo Maestro»), es un texto clásico chino. Su nombre procede de las palabras con las que empiezan cada una de sus dos partes: 道 dào «el camino», la primera del Capítulo 1, y 德  «virtud», o «poder», la primera del Capítulo 38, con el añadido 經 jīng, «libro clásico». Según la tradición, fue escrito alrededor del siglo VI a. de C. por el sabio Laozi, un archivista de la corte de la dinastía Zhou, por cuyo nombre se conoce el texto en China. Las verdaderas autoría y fecha de composición o de compilación del libro son aún objeto de debate. Este texto es uno de los fundamentos del taoísmo filosófico y tuvo una fuerte influencia sobre otras escuelas, como el legalismo y el neoconfucianismo. Tiene un papel importante en la religión china, relacionado no sólo con el taoísmo religioso, sino también con el budismo, que cuando se introdujo por primera vez en China fue interpretado usando en gran medida palabras y conceptos taoístas. En China la filosofía de la naturaleza y la visión del mundo están impregnadas del pensamiento taoísta y así muchos artistas, pintores, calígrafos y hasta jardineros han usado este libro como fuente de inspiración. Su influencia se ha esparcido también más allá del Lejano Oriente, ayudada por las muchas traducciones diferentes del texto a lenguas occidentales.

El Tao que puede nombrarse no es el Tao eterno.
El nombre que puede nombrarse no es el nombre inmutable.
La no existencia es el principio del cielo y de la tierra.
La existencia es la madre de todo lo que hay.

Laozi en Dào Dé Jing

Contenido

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[editar] El texto

El texto de este libro tiene una historia larga y compleja. Por una parte están las versionestransmitidas y los comentarios, que se remontan a hace dos mil años; por otra parte, los antiguos manuscritos en bambú, seda y papel que los arqueólogos han descubierto en el último siglo.

[editar] Título

El título del libro tiene varias traducciones posibles.

  • 道 (dào) significa literalmente «el camino», o alguno de sus sinónimos. Este término, usado por todos los filósofos chinos (incluyendo a ConfucioMencioMozi y loslegalistas), tiene un significado especial en el contexto del taoísmo, en el que implica el proceso esencial e innominable del universo.
  • 德 (dé) significa básicamente «virtud», en el sentido de «calidad individual», «fuerza interior» o «integridad». En chino, 德 tiene las mismas connotaciones que la palabra «virtud» en español: puede significar tanto una cualidad moral, como una capacidad inherente («la virtud de curar»).
  • 經 (jīng) significa «escritura», «libro», o «libro clásico».

Así, Daodejing 道德經 puede traducirse como «El libro del Camino y la Virtud», «El Libro del Camino y el Poder», «El Clásico de la Senda y las Virtudes», etc.

[editar] Estructura interna

El Daodejing legado por la tradición es un texto corto, de unos 5.000 caracteres chinos, dividido en 81 capítulos o secciones (章) breves. Hay indicios de que la división en capítulos es un añadido posterior (para facilitar la glosa o la memorización). Tiene dos partes, ElDaojing (capítulos 1-37) y el Dejing (capítulos 38-81), que probablemente se juntaron en la edición del texto legado por la tradición en orden inverso al de un posible Dedaojing original (véase en los textos de Mawangdui).

Está escrito en un estilo lacónico, con muy pocas partículas gramaticales, favoreciendo la variedad y hasta la contradicción entre las interpretaciones. Las ideas que expone son singulares, y se expresan en tono poético. El chino clásico en que está escrito el libro presenta dificultades para ser entendido aún para los hablantes modernos cultos del chino. Además, muchas de las palabras usadas en el texto son intencionalmente vagas y ambiguas. La falta de puntuación en el chino clásico complica aún más la tarea, pues no existe manera concluyente de determinar donde termina una frase y comienza la siguiente. Mover un punto atrás o adelante unas pocas palabras, o insertar una coma, pueden alterar profundamente el significado de muchos pasajes.

[editar] Historicidad

La existencia de Laozi se menciona en rollos que se remontan al 400 a. C., pero no se registraron contemporáneamente detalles de su vida. El historiador chino Sima Qianescribió una supuesta biografía alrededor de 100 a. C., indicando que su nombre de nacimiento había sido Li Er. Estudios sobre el lenguaje y el esquema de rimas de la obra apunta a una época de composición posterior al Shi Jing o «Libro de las Canciones», pero anterior a la escritura de Zhuangzi, es decir, en algún momento entre el final del siglo IV a. C. y el comienzo del siglo III a. C.

Existe un debate académico sobre la autoría de la versión actual del Dào Dé Jing. Se han hallado secciones bajo la forma actual en tablillas grabadas en piedra de alrededor de300 a. C. El descubrimiento en 1973 de los rollos de seda llamados textos de Ma-wang-tui (por la aldea en que fueron hallados), que comprende el «Texto A», con más lagunas y presuntamente escrito antes que el «Texto B», que ha sido datado a alrededor de 200 a. C., revela que las versiones más comunes del texto recibido son esencialmente las mismas que se conocían en la antigüedad, lo que limita el período durante el cual los escritos pudieron haber sido cambiados o incrementados con nuevas contribuciones. En 1993 se halló la versión más antigua conocida del texto, escrita en tiras de bambú y datada a300 a. C. Este hallazgo recuperó 14 versos antes desconocidos, llamados «texto de Guodian» por haber sido descubiertos en la ciudad de Guodian, provincia de Hubei. Muchas traducciones recientes incluyen estos textos, y frecuentemente se reordenan los versos del libro para incorporar el nuevo hallazgo.

[editar] Interpretación y conceptos principales

Los pasajes son ambiguos, y tocan temas que van desde el consejo político para gobernantes hasta la sabiduría práctica para la gente común. Como la variedad de interpretaciones posibles es virtualmente ilimitada, no sólo para personas distintas sino incluso para una misma persona en distintos momentos, lo más sensato por parte de los lectores es no intentar establecer una objetividad o una superioridad en sus conceptos. Los principios y conceptos centrales son:

  • El Tao abarca los principios de infinitas cosas. No tiene forma ni sonido; es incorpóreo, eterno y permanente. Este principio no puede explicarse con palabras.
  • El Dào Dé Jing enfatiza los valores «femeninos» (Yin), como la cualidad del agua, fluidez y suavidad (en lugar de la solidez y aspereza de la montaña), la elección del lado oscuro y misterioso de las cosas, y el control sobre las cosas sin gobernarlas.
  • El concepto de «retorno», no en el sentido de regreso al pasado, sino más bien como «contracción», «reducción» e incluso «retirada» y «retrospección» sobre sí mismo. Este concepto es ilustrado por el texto del capítulo 48: el aprendizaje consiste en aumentar día a día el patrimonio propio; la práctica del Tao consiste en sustraer día a día.
  • La Nada es la sustancia del Tao y el Ser es su función. Para alcanzar el dominio del Tao es necesario primero reconciliarse con la inmovilidad, no ocuparse de cosas mundanas, dejar de lado el intelecto, el conocimiento, los deseos, el egoísmo y el egocentrismo; despojarse de las ideas preconcebidas y retornar a la amplitud mental auténtica.
  • Para el taoísmo es central la búsqueda del vacío, común también al budismo y, en alguna medida, al confucionismo.
  • Otras ideas centrales incluyen:
    • El uso de la fuerza sólo atrae la fuerza.
    • La riqueza no alimenta el espíritu.
    • El ansia de poseer sin límite ciega al ser humano y lo convierte en un monstruo codicioso y violento.
    • La preocupación sólo por sí mismo, y el darse importancia son vanos y autodestructivos.
    • La victoria en la guerra no es gloriosa. No debe celebrarse, sino ser causa de duelo, porque surge de la devastación.
    • Cuanto más empecinadamente se intenta algo, mayor es la resistencia que se crea; cuanto más se actúa en armonía con el universo, más se logrará y con menos esfuerzo.
    • El verdadero sabio concede poca importancia a su propia sabiduría, porque cuanto más conoce más se da cuenta de lo limitado de su conocimiento.
    • Cuando perdemos los valores fundamentales, los reemplazamos con valores crecientemente inferiores que pretendemos verdaderos.
    • La glorificación de la riqueza, el poder y la belleza atraen el crimen, la envidia y la vergüenza.
    • Las cualidades de flexibilidad y suavidad son habitualmente superiores a las de rigidez y fuerza.
    • El contraste de los opuestos (la diferencia entre masculino y femenino, luz y oscuridad, fuerte y débil, etc.) es lo que permite entender y apreciar el universo.
    • El cambio entre los opuestos (Yin-Yang) permite la fluidez natural del universo. El estancamiento en una sola forma solo atrae la desarmonía y la devastación.

[editar] Análisis de la obra

En sus 81 capítulos, a través de diversos aforismos de estética poética, el autor define la sabiduría práctica, da consejo a los gobernantes, e incluso parece adentrarse en los misterios alquímicos que confieren la inmortalidad. Por tanto vemos como la obra puede enmarcarse en géneros tan diversos como son el de la literatura filosófica (para algunos metafísica), la didáctica-sapiencial o incluso la alquímica/recetaria.

Desde su aspecto conceptual, el Dao De Jing es punto de partida y uno de los pilares en los que se asienta el movimiento taoísta, entendido en su vertiente filosófica y mística. La obra girará en torno al concepto del Dao (道), motivo que como comprobamos en el confucianismo, no es exclusivo del taoísmo. El por qué es ahora cuando da nombre a todo un movimiento es consecuencia de su nueva dimensión, motivo al que volveremos más adelante. El sentido completo lo dará el hecho de que complementa al confucianismo: el taoísmo ofrecerá refugio a quienes no han podido triunfar en el sistema derivado de las enseñanzas del Maestro Kong.

El movimiento taoísta, que se generará después, se basará en dos principios fundamentales: el primero de ellos, como hemos referido más arriba, será el Dao: si bien éste había estado siempre presente en la mente del chino antiguo es ahora cuando se alza como principio supremo de toda realidad, de ahí que brinde el nombre al movimiento. En el Dao De Jing, este principio no puede ser expresado (Cap. 1), carece de nombre (Cap. 32, 41),1 es invisible, inaudible, intangible (Cap. 14), inmutable y origen de la multiplicidad (Cap. 21). Precede al Cielo y Tierra, es silencioso, ilimitado, y dotado de un movimiento cíclico continuo (Cap. 25): primigenio (Cap. 42), el ancestro de todos los Seres (Cap. 4). En este punto se observa un interesante paralelismo con la noción del Arkhé –arjé– griego, principio supremo unificador de los fenómenos y que está en la base de todas las transformaciones de las cosas: principio constituyente junto a la physis de los dos conceptos principales utilizados por los presocráticos en sus especulaciones metafísicas2 . Para Laozi, el Dao es un vacío (Cap. 11), un no-ser (wu, 无) del que surge lo que es (you 有).

El camino del cielo es saber vencer sin combatir,

responder sin hablar, atraer sin llamar,

y actuar sin agitarse. (Cap. 73)

El segundo elemento, ligado intrínsecamente al primero es el DE, la virtud, el poder del Dao, por tanto su complemento. El Dao es inmutable, pero en la realidad existe el cambio, todos los seres interactúan (Cap.16), es el concepto de retorno. Tal circunstancia es posible porque exteriormente actúa mediante el DE, su principio de movimiento. Las virtudes confucianas de humanidad o equidad son tratadas de falsas (Cap.18), solo aparecen cuando nos alejamos del Dao (Cap. 38): ambas son “perros de paja” (Cap. 5):3 el fin del taoísmo es el saber actuar. Aquí nace uno de los conceptos clave del dao: wu wei. Los sabios creen saber cómo actuar, pero el taoísta se define por el no-actuar (Cap.2), el wuwei (无为).

Wuwei se entiende no como una impasibilidad ante los acontecimientos sino como una sumisión a los mismos: dado que existe el movimiento, dado que todos los seres se transforman (Cap. 37), la opción del sabio pasa por la observación y la contemplación; un actuar de manera connatural a los seres (un no-actuar) para adaptarse sin sufrir daño.

El hombre Culto, sin acción realiza. (Cap. 47)

Tal como define Antonio Medrano, es la forma más pura de actividad, totalmente desinteresada que se efectúa en consonancia con el pulso del Dao. De aquí parece desprenderse lo aparentemente inútil de un gobierno (Cap. 10). No obstante, la idea subyacente es la de que éste debe existir ya que el pueblo tiende a alejarse del Dao (Cap. 53), pero no debe ser percibido. Los gobernados han de llegar a afirmar de que los acontecimientos surgen de manera natural: de que son lo que son por ellos mismos. Y ésa es la esencia misma de wuwei: cuando no se fuerza (Cap. 29, 30), las cosas se enderezan por sí mismas: esto es ZIRAN (自然) (Cap. 17).

Practicar la no-acción, y así nada queda sin regir. (Cap.3)

El pueblo sin mandato (forzado) es ecuánime por sí mismo (Cap. 32), esto es la Evidencia Sutil: flexibilidad y delicadeza vencen a rigidez y dureza (Cap. 36). Es el gobierno de la no-acción: prohibiciones, instrumentos de lucro, revueltas… conllevan el alejamiento del camino (Cap.39, 57, 74, 75).

Por esto, el Hombre Culto dice: yo, “no-acción”, y el pueblo por sí mismo se transforma. (Cap. 57)

El hombre sabio, si aspira al Dao, debe alcanzar la espontaneidad que brinda ZIRAN; llegar a un estado en que su propia persona quede reservada (Cap. 7, 66), es pues obrar sin esperar recompensa (Cap. 77): la VIRTUD PROFUNDA (Cap. 10); se anula a sí mismo (Cap. 22). La CONCORDIA CELESTIAL; la culminación (Cap. 68).

El que ansía no erige,

el que tranquea no camina el que se exhibe no resplandece, el que se acredita a sí mismo no se esclarece, el que se afana por sí mismo carece de mérito,

el que es obstinado no acrecienta. (Cap.24)

El Laozi define al sabio como sagaz, alerto, respetable, deleznable, sencillo, amplio… (Cap. 15). Pese a las dificultades, llegará a su meta sin dificultad alguna (Cap. 63). No se virará hacia el poder, no presumirá, alejará toda arrogancia, no requerirá nada más allá de las consecuencias (Cap. 30, 72). A través del concepto de wuwei, nunca fracasa (Cap. 64). El hidalgo aborrece la milicia ya que en la victoria no hay belleza: la matanza del semejante implica el llanto de las aflicciones (Cap. 31, 69) En su camino debe observar la simplicidad, abrazar la sencillez, perder el egoísmo y reducir el deseo (Cap. 19) aunque desee no desear (Cap. 64). Esto último cobra una mayor importancia en pasajes posteriores:4

No existe mayor delito que el poder del deseo,

no existe mayor calamidad que no conocer la saciedad,

no existe mayor vicio que la ambición. (Cap. 46)

Parece desprenderse aquí un símil a una de las dos célebres máximas inscritas en el santuario de Apolo en Delfos: NADA EN DEMASÍA:

El que conoce lo que es suficiente es rico. (Cap. 33)

Allá donde encontremos referencias sapienciales para el buen gobierno, podemos inferir referencias para la propia vida personal. El cultivo del cuerpo es otro de los aspectos fundamentales del Dao De Jing: El cuidado personal tiene como fin alargar la vida, la ausencia de enfermedad (Cap. 71), la inmortalidad: ingrediente fundamental del taoísmo religioso posterior;5 algo, que de paso, no es exclusivo de esta religión sino de todas las capas de la sociedad china desde la Antigüedad a nuestros días (Sirvin, 1995, cap. VI, pág. 319). En el texto, sin embargo, no parece que haya una opinión clara al respecto pues por un lado parece característica intrínseca del sabio (Cap. 3, 50) y por otra parece criticar todo intento de alargar la vida (Cap. 55).6

Estos pueden ser sintéticamente los rasgos que definen el Dao De Jing, punto de arranque de uno de los movimientos más poderosos en el colectivo chino desde su origen, capaz incluso de sobrevivir a la terrible Revolución Cultural de 1960. El legado a través de premisas y doctrinas del texto de Lao Zi, más sus comentariastas y compiladores posteriores, no se circunscriben únicamente a los que serán llamados taoístas sino que impregna el alma del pueblo chino al igual que el aceite penetra en las piedras; igual que el agua basándose en su debilidad se hace fuerte.

El agua beneficia a todo sin competir, ocupando los lugares que la multitud desprecia. (Cap. 8)

“Bajo el Cielo” nada supera al agua en flexibilidad y debilidad, pero atacando a la rígida dureza nada como ella puede vencer. (Cap. 78)

Fuente: Wikipedia

Reflexiones para la vida diaria del gran sabio sanador Paracelso

 

 

1.- Lo primero es mejorar la salud.-
Para ello hay que respirar con la mayor frecuencia posible, honda y rítmica, llenando bien los pulmones, al aire libre o asomado a una ventana. Beber diariamente en pequeños sorbos, dos litros de agua, comer muchas frutas, masticar los alimentos del modo más perfecto posible, evitar el alcohol, el tabaco y las medicinas, a menos que estuvieras por alguna causa grave sometido a un tratamiento. Bañarte diariamente, es un habito que debes a tu propia dignidad.

2.- Desterrar absolutamente de tu ánimo, por mas motivos que existan, toda idea de pesimismo, rencor, odio, tedio, tristeza, venganza y pobreza.

Huir como de la peste de toda ocasión de tratar a personas maldicientes, viciosas, ruines, murmuradoras, indolentes, chismosas, vanidosas o vulgares e inferiores por natural bajeza de entendimiento o por tópicos sensualistas que forman la base de sus discursos u ocupaciones. La observancia de esta regla es de importancia decisiva: se trata de cambiar la espiritual contextura de tu alma. Es el único medio de cambiar tu destino, pues este depende de nuestros actos y pensamientos. El azar no existe.

3.- Haz todo el bien posible.-
Auxilia a todo desgraciado siempre que puedas, pero jamás tengas debilidades por ninguna persona. Debes cuidar tus propias energías y huir de todo sentimentalismo.

4.- Hay que olvidar toda ofensa, más aun: esfuérzate por pensar bien del mayor enemigo.-
Tu alma es un templo que no debe ser jamás profanado por el odio. Todos los grandes seres se han dejado guiar por esa suave voz interior, pero no te hablara así de pronto, tienes que prepararte por un tiempo; destruir las superpuestas capas de viejos hábitos, pensamientos y errores que pesan sobre tu espíritu, que es divino y perfecto en si, pero impotente por lo imperfecto del vehículo que le ofreces hoy para manifestarse, la carne flaca.

5.- Debes recogerte todos los días en donde nadie pueda turbarte, siquiera por media hora, sentarte lo más cómodamente posible con los ojos medio entornados y no pensar en nada.

Esto fortifica enérgicamente el cerebro y el Espíritu y te pondrá en contacto con las buenas influencias. En este estado de recogimiento y silencio, suelen ocurrírsenos a veces luminosas ideas, susceptibles de cambiar toda una existencia. Con el tiempo todos los problemas que se presentan serán resueltos victoriosamente por una voz interior que te guiara en tales instantes de silencio, a solas con tu conciencia. Ese es el daimon de que habla Sócrates.

6.- Debes guardar absoluto silencio de todos tus asuntos personales.
Abstenerse, como si hubieras hecho juramento solemne, de referir a los demás, aun de tus más íntimos todo cuanto pienses, oigas, sepas, aprendas, sospeches o descubras. Por un largo tiempo al menos debes ser como casa tapiada o jardín sellado. Es regla de suma importancia.

7.- Jamás temas a los hombres ni te inspire sobresalto el DIA mañana.
Ten tu alma fuerte y limpia y todo te saldrá bien. Jamás te creas solo ni débil, porque hay detrás de ti ejércitos poderosos, que no concibes ni en sueños. Si elevas tu espíritu no habrá mal que pueda tocarte. El único enemigo a quien debes temer es a ti mismo. El miedo y desconfianza en el futuro son madres funestas de todos los fracasos, atraen las malas influencias y con ellas el desastre. Si estudias atentamente a las personas de buena suerte, veras que intuitivamente, observan gran parte de las reglas que anteceden. Muchas de las que allegan gran riqueza, muy cierto es que no son del todo buenas personas, en el sentido recto, pero poseen muchas virtudes que arriba se mencionan. Por otra parte, la riqueza no es sinónimo de dicha; Puede ser uno de los factores que a ella conduce, por el poder que nos da para ejercer grandes y nobles obras; pero la dicha más duradera solo se consigue por otros caminos; allí donde nunca impera el antiguo Satán de la leyenda, cuyo verdadero nombre es el egoísmo. Jamás te quejes de nada, domina tus sentidos; huye tanto de la humildad como de la vanidad. La humildad te sustraerá fuerzas y la vanidad es tan nociva, que es como si dijéramos: pecado mortal contra el Espíritu Santo.

La Doctora Candice Pert, Ph.D es una farmacéutica reconocida mundialmente. Ha publicado más de 250 artículos sobre los péptidos, los receptores y la conducta de estos neuropétidos en el sistema inmune. Se licenció con un doctorado en farmacología de la facultad de Medicina del John Hopkins University.

Incluso antes de ser la responsable del departamento de la bioquímica cerebral del Nacional Institute of Health, Candice Pert hizo un descubrimiento que cambió la forma en que los científicos entienden la conexión mente-cuerpo. Encontró el receptor opiáceo; el mecanismo a través del cual una clase de químicos (los péptidos) alteran la mente y el cuerpo. Su investigación le llevó a la comprensión de cómo funcionan las emociones como sistemas regulatorios en el cuerpo. Desde el descubrimiento ella ha estado enfocándose en desarrollar un tratamiento para el SIDA usando péptidos, primero en la Universidad de GeorgeTown Medical Center y ahora como directora científica de RAPID Pharmaeutical.

Por su trabajo en las emociones, Dr. Pert fue una de las protagonistas de la película ¿Y tu que sabes? y da conferencias sobre la relación mente-cuerpo. El trabajo de Pert ha ayudado a cambiar el paradigma de “emociones como neurociencia” a “emociones como biología”. En su libro Everything You Need to Know to Feel Go (o)d –Todo lo que Necesitas Saber para Sentirte Bien/Dios- ella lleva la ciencia del sentir un paso mas allá y presenta el concepto de “emociones como física”

Las emociones, aclara Pert, no son simplemente química en el cerebro. Son señales electromagnéticas que afectan a la química y a la electricidad de cada célula del cuerpo. El estado eléctrico del cuerpo está modulado por las emociones cambiando el mundo desde dentro del cuerpo. A cambio, Pert descubre que los estados emocionales afectan al mundo fuera del cuerpo.

Le pedí a Pert que explicara como es posible que las emociones tengan ese poder. “No somos simples pedazos de carne. Estamos vibrando como un tenedor bailante, y mandamos vibraciones a la gente todo el tiempo. Emitimos y recibimos. Entonces las emociones orquestan las interacciones entre nuestros órganos y sistemas para controlar eso.”

Tal cual explica Pert en su libro anterior, “Moléculas de Emoción”, los neurotransmisores, llamados péptidos, cargan mensajes emocionales. “Tal como nuestras emociones cambian, la mezcla de péptidos, viajan a través de tu cuerpo y tu mente. Y literalmente cambian la química de cada célula en tu cuerpo.”

Esto es ciencia mainstrean –o tendencia mayoritaria- pero no explica como las emociones de una persona afectan a otra y al mundo. “Nosotros todavía pensamos en esto en términos químicos”. Se queja Pert. “Claro es química pero también física y vibración. “ Los neurotransmisores son químicos, pero tienen carga eléctrica. Las señales eléctricas de nuestra mente y cuerpo afectan la forma de cómo se comportan e interactúan las células y las funciones que realizan. Tienes receptores en cada célula del cuerpo. Son de hecho como mini bombas eléctricas. Cuando el receptor se activa por una “molécula de emoción”, el receptor pasa una carga a la célula cambiando la frecuencia eléctrica y química de la célula.” Pert dice que tal como nuestras células individuales llevan una carga eléctrica, así también en cuerpo entero como organismo. Como un campo generando electromagnetismo, Pert dice que la gente tiene una carga positiva en su cabeza y una negativa debajo. “Y así, de hecho nos mandamos varias señales eléctricas o vibraciones.”

“Los mensajes electroquimicos se pasan de una célula a otra. Señales semejantes se pasan al resto del cuerpo. Y cada una está cargada con “sitios recpetores”, una clase de buzón de correos para estos mensajeros electromagnéticos.”

“Todos estamos familiarizados con un tipo de vibración: cuando hablamos mandamos un tipo de vibración a través del aire que alguien percibe como sonido. Y tal como explico en el libro, también mandamos todo tipo de vibraciones. Es una ley básica de la Física que cuando estás cerca de una fuente de energía, tiene un efecto más grande y disminuye conforme te alejas. Pero cuando estás lejos no hay efecto.”

“No es algo que se pueda explicar en 25 palabras. Es un nuevo cambio de paradigma que básicamente te lleva a saber que no estás solo. Estás conectado a todos los demás. Y las emociones son la llave. Estamos en un despertar, cambiando ampliamente el mundo alrededor nuestro. El libro anterior de Pert, “Moléculas de Emoción” es en parte ciencia, en parte una biografía que cuenta su proceso de descubrimiento y aprendizaje.

Quizá todos los científicos que rompen un nuevo camino tiene que estar conducidos incluso obsesionados con su trabajo. “He aprendido a tener un mejor balance con mis hijos, con los tres y espero haber huido de la imagen de madre judía superprotectora”. Pert dice que su mayor reto fue llevar a la práctica las ideas sobre las que escribía. En su libro, “Todo lo que Necesitas Saber para Sentirte Bien/Dios” hace una relación implícita entre sentirte bien y conectar con Dios. Pert admite que esto es algo inusual para un científico “duro de pelar”. “Estoy enfadada con todos estos rabiosos científicos ateos que escriben libros que dicen que Dios es una ilusión. Cualquier científico bueno sabe que es imposible “desaprobar” algo. Las cosas solo se puede probar”. Aún así, Pert admite que como científico, lo metafísico le hace sentir incómoda.

“Mi ´persona científica´ es estrictamente lógica. Y por tanto, cuestiono lo supernatural. Y esa parte me hace sentir dolor agudo. Pero trabajando en la vacuna del SIDA (Pert ha desarrollado el péptido “T” contra el SIDA), los dos mundos se fusionan, mi mundo científico y ese otro donde cosas maravillosas ocurren. Es imposible pensar que mi descubrimiento fuera tan solo un accidente. El descubrimiento este es realmente increíble.

A nivel neurológico continua Pert, el sentimiento de estar conectado con Dios, de sentirse bendecido es una parte importante para el cerebro. La “bliss response” o “respuesta gozo” está directamente conectada con el trabajo de Pert sobre los receptores de opiáceos. Tal como los receptores de otros neuropéptidos desencadenan una respuesta celular, los receptores de opiáceos recogen la presencia de un neurotransmisor para la euforia. Los “químicos gozosos” que ocurren de forma natural se llaman endorfinas y son enviados por el cerebro y en el cuerpo como respuesta a los estados emocionales y a las actividades físicas.

Pert dice que la forma en como trabajan las endorfinas es evidencia del gozo como una necesidad de la evolución. “Es por eso que las endorfinas son moléculas altamente conservadas. Son los mismos en los organismos unicelulares y en los humanos. En su nuevo libro habla sobre la evolución de los receptores de opiáceos y como se encuentran situados en la corteza frontal, la parte mas evolucionada de nuestro cerebro.”

Es como si estuviésemos diseñados para hacer elecciones alrededor del placer. La parte más evolucionada e inteligente de nuestro cerebro está empapada de receptores que nos hacen utilizar el placer como criterio en las decisiones. Entonces está bien sentirse bien. Mientras está claro que los receptores del gozo está asentados en la corteza prefrontal, no esta tan claro la parte del cerebro que toma complejas decisiones. “Los científicos no pueden preguntar porque. Solo qué y como. Pero sabemos que la vibración en estos receptores median o lideran al organismo entero hacia al sentimiento de gozo. Y en el libro también hablo de cómo la vibración de las endorfinas es realmente el gozo de la unión divina.”

Así que cuando creamos ese tipo de resonancia internamente, estamos sintonizados con el ser divino. Este estado es la función natural del ser pero nuestra sociedad interfiere. No tenemos que enseñarles esto a gente indígena. La mayoría de nosotros ha perdido el sentido de la realidad. “Todo es solo cuestión de sentirse bien”.